Marisa Paredes es el Goya de Honor de este año. Tarde o temprano tenía que pasar y, la Junta Directiva de la Academia de Cine ha decidido que sea hoy en motivo de “una prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio”.
La semana pasada publicamos el artículo Cinco nombres que merecen el Goya de Honor donde Marisa Paredes era una de las cinco personalidades de la industria del cine español que pensábamos merecían este premio. Recuperamos ahora su perfil biográfico:
Nacida en Madrid en 1946, es una de las grandes damas de la interpretación en España, pues debutó en la gran pantalla con sólo catorce años. Ha sido nominada únicamente en dos ocasiones al Premio Goya: en 1987 por Cara de acelga, a la mejor actriz secundaria, y en 1995 por La flor de mi secreto, a la mejor actriz. Y decimos únicamente porque el olvido de la Academia a su interpretación principal en Tacones lejanos es clamorosa, dado que este papel le reportó el Fotogramas de Plata, el Premio de la Unión de Actores y el Premio Sant Jordi. Y el Feroz no porque aún no existía. Además, la película, pese a obtener cinco nominaciones, no optó a mejor película, aunque ganó el Premio César a la mejor película europea y estuvo nominada al Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa. Así pues, vemos que el desprecio fue extensible a la película.
Además de en España, ha trabajado tanto en Francia como en Italia, donde destacó su papel en La vida es bella, de Roberto Benigni, por la que estuvo nominada al SAG (Screen Actors Guild) como miembro del reparto de la película.
Fue presidenta de la Academia de Cine en un momento muy delicado, entre 2000 y 2003, en el que vivió la famosa gala del “¡No a la guerra!” como protesta a las políticas bélicas del gobierno del Partido Popular.
En su dilatada trayectoria ha sido galardonada con cinco Fotogramas de Plata, el Premio Nacional de Cinematografía, el Premio Sant Jordi, el Premio Ondas y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, entre otras distinciones.
Sólo le faltaba el Goya.
4 Trackbacks / Pingbacks