Cinco nombres que merecen el Goya de Honor 2019

A pocos días, suponemos, de ser anunciada la persona que será agraciada este año con el Goya de Honor, en Industrias del Cine queremos proponer a la Academia Española de Cine cinco nombres que serían, a nuestro juicio, merecedores de tan digno reconocimiento.

Los últimos cinco profesionales premiados con el Goya de Honor han sido la actriz Marisa Paredes, la también actriz y directora Ana Belén, el director Mariano Ozores, el actor, director y productor Antonio Banderas y el director nominado al Oscar Jaime de Armiñán.

Cuatro de los cinco nombres que proponemos ha ganado todavía un Premio Goya en ninguna categoría, siguiendo la tendencia de los últimos años de premiar a profesionales de nuestra industria que nunca han obtenido el premio. El quinto ganó hace treinta años un Goya al mejor guion adaptado, lo que nos parece un insuficiente reconocimiento a su carrera.

Entre los nombres que proponemos hay tres directores y dos actrices.

Víctor Erice

El cineasta vasco, de setenta y ocho años, es uno de los directores más reconocidos tanto a escala nacional como internacional. Pese a su corta filmografía, es autor de obras mayores y referenciales de la historia del cine español, algunas filmadas antes de la creación de los Premios Goya. Aunque alejado de la industria en las últimas décadas, su actividad cinematográfica no se ha detenido, pues se ha dedicado a la docencia y a propuestas audiovisuales de carácter experimental. Ganador del Premio Nacional de Cinematografía, de la Concha de Oro del Festival de San Sebastián con El espíritu de la colmena y del Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes por El sol del membrillo, nunca ha sido nominado a un Premio Goya.

¿Cómo va a negarse la Academia a reconocer a uno de los mejores directores españoles y más trascendentes de la historia?

Manuel Gutiérrez Aragón

Cineasta retirado y prolífico escritor desde la última década, este cántabro nacido en 1942 es miembro de las Reales Academias de las Artes de San Fernando y de la lengua española, ocupando el sillón F, después del fallecimiento de su anterior ocupante, José Luis Sampedro.

Ha dirigido 22 películas, aunque desde 2007 con Todos estamos invitados, un drama sobre ETA, no ha estrenado nueva película, ocupándose desde entonces a la escritura. Destacan en su filmografía títulos como Demonios en el jardín y La mitad del cielo, por las que ganó la Concha de Oro a la mejor película en el festival de San Sebastián y Camada negra, por la que ganó el Oso de Plata al mejor director en el festival de Berlín de 1977. La Academia de Cine le reconoció con su Medalla de Oro en 2012 y con un Goya al mejor guion adaptado en 1988 por la película Jarrapellejos. Tal vez premios insuficientes para un director que debió ganar algún día el Goya a la mejor dirección.

Emilio Martínez-Lázaro

Gran artesano del oficio de cineasta, nació en Madrid en 1945. Es el responsable de la primera y tercera película más taquilleras de la historia del cine español, que suman entre ambas 91,4 millones de euros. Claro está, nos referimos a Ocho apellidos vascos (2014) y Ocho apellidos catalanes (2015). Pero mucho antes de ser un director de éxito en taquilla, también fue un director de prestigio, puesto que en 1978 ganó el Oso de Oro a la mejor película en el Festival de Berlín por Las palabras de Max, su primera dirección en solitario.

Ha sido nominado al Goya al mejor director en tres ocasiones: 1986, por Lulú de noche; 2002, por El otro lado de la cama (otro taquillazo y Biznaga de Oro en el Festival de Málaga), y en 2007 por Las 13 rosas.

Además, este ecléctico director ha dirigido, entre otras, Amo tu cama rica (1991), Los peores años de nuestra vida (1994), Carreteras secundarias (1997) y La voz de su amo (2001). Este 2018 tiene pendiente de estreno Miamor perdido.

¿Va a resistirse la Academia a premiar al director más taquillero de la historia del cine español?

Ángela Molina

Perteneciente a una saga de artistas, es hija del actor y cantante Antonio Molina. Nacida en Madrid en 1955, inició su carrera como actriz con cineastas como Luis Buñuel y Manuel Gutiérrez Aragón, con una clara voluntad de desvincularse del cine del destape de moda en la época buscando participar en películas más comprometidas y de mayor calidad. Con Buñuel estrena en 1977 Ese oscuro objeto de deseo, hecho que le abre las puertas a la cinematografía europea, obteniendo papeles como el de Un complicato intrigo di donne, vicoli e delitti, que le valió el David de Donatello a la mejor actriz del cine italiano en 1986. Es poseedora también de una Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián por La mitad del cielo y de cinco Fotogramas de Plata. Ha sido nominada el Goya en cinco ocasiones, tres veces como protagonista y dos como actriz de reparto, y en 2016 fue reconocida con el Premio Nacional de Cinematografía. La Academia la reconocía en 2013 con la Medalla de Oro.

Tal vez sea pronto para reconocer con un Goya de Honor a una actriz aún joven y con opciones de ganarlo con alguna de sus futuras interpretaciones, pero está fuera de toda duda que sería un reconocimiento merecido para la actriz que más veces ha estado nominada al Goya sin haberlo ganado todavía.

Julieta Serrano

Con ochenta y cinco años, la actriz barcelonesa sigue en activo tanto en cine como en teatro; su última película estrenada ha sido la exitosa Villaviciosa de al lado. Ha sido nominada en dos ocasiones al Goya a mejor actriz secundaria: en 1988 por Mujeres al borde de un ataque de nervios (perdió frente a su compañera María Barranco) y en 1999 por Cuando vuelvas a mi lado (perdió frente a María Galiana por Solas). Además de en la citada Mujeres al borde de un ataque de nervios, ha trabajado en cuatro ocasiones más con Pedro Almodóvar, entre las que destaca Entre tinieblas, en la que consiguió el Fotogramas de Plata a la mejor actriz de cine, antes de que los Premios Goya existieran. En 2019 estrenará una nueva colaboración con Almodóvar, Dolor y Gloria, lo que podría suponer una nueva nominación y una nueva oportunidad de premiar a Serrano.

Jaime de Armiñán (Goya de Honor 2013) la dirigió junto a José Luis López Vázquez (Goya de Honor 2004) en Mi querida señorita, película nominada al Oscar y una de las más polémicas realizadas en el tardofranquismo, pionera en el cine español en retratar el travestismo.

De los 32 Goyas de Honor entregados hasta la fecha, tan solo seis han recaído en mujeres: Imperio Argentina, Rafaela Aparicio, Josefina Molina, Concha Velasco, Ana Belén y Marisa Paredes. Por eso, por su edad, por su carrera, por representar a los actores y actrices secundarios de nuestro país, tan populares pero tan poco reconocidos, creemos más que merecido el Goya de Honor. Además, sería la primera persona nacida en Cataluña en recibirlo.

Pablo Sancho París
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Licenciado en Historia del Arte y Comunicación Audiovisual por la U.B., Master en Ficción de Cine y Televisión por la U.R.L. y Master en Film Business por ESCAC. He sido presidente de la Federació Catalana de Cineclubs entre 2015 y 2017, siendo actualmente responsable de proyectos de la entidad. Además, soy el programador de Cine Club Vilafranca, que gestiona la Sala Zazie y el Cine Kubrick de Vilafranca del Penedès. Además, he compaginado estas tareas con la de cronista cinematográfico, profesor de cine en talleres para niños y adolescentes, y la realización de audiovisuales y cortometrajes de ficción. Me podéis contactar en pablosanchoparis@industriasdelcine.com.

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