CHARLIE ARNAIZ y ALBERTO ORTEGA: “Situar a Francisco Umbral entre el bien y el mal fue una de nuestras mayores preocupaciones”

Alberto Ortega y Charlie Arnaiz, directores de 'Anatomía de un dandy'

Los cineastas Charlie Arnaiz y Alberto Ortega han dedicado más de tres años a documentar la extensa vida y obra de Francisco Umbral, uno de los escritores españoles más relevantes del siglo XX. Sus más de 110 libros y 135.000 artículos dejan un excepcional legado para la literatura, pero también sus entrevistas y apariciones en televisión, que lo catapultaron a otro nivel de popularidad. Ahora, su documental biográfico, Anatomía de un dandy, muestra todas sus facetas, una obra que ha sido nominada a Mejor Película Documental en la 35ª edición de los Premios Goya. Tras su presentación en la 65 Seminci – Semana Internacional de Cine de Valladolid, se estrenó en cines el pasado 20 de noviembre, logrando mantenerse en cartelera más de seis semanas. Actualmente el film está disponible en Filmin.

¿Cómo estáis viviendo estar nominados al Goya en un año tan atípico en el que además la gala será telemática?

Charlie Arnaiz (C.A.): Con mucha alegría, sorpresa y responsabilidad. Además este año dicen que es el del documental porque hay mucha calidad en esa categoría, con lo cual es un placer estar junto al lado de los demás nominados. Son documentales muy originales y elaborados, y con puntos de vista muy diferentes.

Mucha gente nos pregunta por el hecho de que los Goya sean telemáticos, pero al final nosotros lo vivimos bien porque estamos ahí nominados a un premio, estamos en una fiesta, mientras que a tu alrededor hay personas que han perdido a seres queridos o gente que ha perdido su trabajo. Eso sí que son dramas mayores.

¿Habéis notado un revulsivo en el sector del documental? ¿Se está apostando más por este género en España?

C.A: Es fruto de varios factores. Por un lado el hábito de consumo audiovisual del espectador ha cambiado un poco gracias a las plataformas, que han acercado más los documentales. Hasta ahora creo que el género documental era más de autor y de consumo muy minoritario. Y la gente se ha dado cuenta de que a través de una obra documental hay entretenimiento también y puedes conocer una parte de la Historia, un personaje, entender mejor contextos sociales… Por otra parte, este año la situación de pandemia que estamos viviendo ha hecho que las majors prefieran esperar a estrenar sus películas, la mayoría blockbusters, lo que ha dejado paso a otro tipo de películas, dando más espacio a los documentales. Esto nos ha permitido que Anatomía de un dandy haya estado seis semanas seguidas en cines, que en otro contexto hubiera sido impensable.

“El hábito de consumo audiovisual del espectador ha cambiado gracias a las plataformas, que han acercado más los documentales”

Alberto Ortega (A.O.): Al haber hueco puedes acceder a horarios más atractivos, a menudo ocupados por otras películas más comerciales.

En Francisco Umbral se produce una paradoja y es que todo lo que fue de famoso a nivel mediático, tras su muerte, se convirtió en un rápido olvido. Con este documental, ¿también buscabais hacer justicia a una personalidad que fue mucho más de lo que se pudo ver en televisión?

C.A: Esa es la clave. Nosotros empezamos a interesarnos por un documental sobre Francisco Umbral en 2017, justo diez años después de su muerte. Nos dimos cuenta de que su figura había pasado del todo a la nada. Una persona que salía hasta en la sopa, de la noche a la mañana se muere y queda un poco en el olvido. En Anatomía de un dandy hay una reivindicación a un personaje que tiene una vida que parece ficción y a una España muy diferente a la que es hoy en día.

El documental, además, transita por varias Españas. Desde la de finales de los años 60 en una ciudad de provincias, su Valladolid natal, hasta la España de los años 90, pasando por el Madrid del Café Gijón en los 70 y la Movida Madrileña. Todo esto configura una foto del país muy amplia, retratando casi medio siglo de historia a través de la vida de Umbral. ¿Qué papel juega el contexto histórico?

C.A: Anteriormente habíamos hecho documentales de figuras culturales importantes de este país y cuando recorres esa vida te das cuenta de que también recorres la historia de España. En un país en el que las últimas décadas ha evolucionado tanto a nivel social y cultural, también tienes que contar su historia. Por ejemplo, en Anatomía de un dandy hay una parte en la que contamos la vida de noche, posfranquista, de explosión cultural. Creo que se ha mostrado poco esa España nocturna, de liberación, que también es muy brillante. Me habría gustado desarrollar esa parte aún más, pero creo que teníamos que sintetizar el documental lo máximo posible para evitar saturar con demasiada información.

“En ‘Anatomía de un dandy’ hay una reivindicación a un personaje que tiene una vida que parece ficción y a una España muy diferente a la que es hoy en día”

La obra de Francisco Umbral es una de las más prolíficas, con una enorme cantidad de artículos, libros y columnas. ¿Cuál ha sido la clave para evitar saturar al espectador con tanta información?

C.A: Umbral no solo tenía una obra extensísima, sino que escribía tres o cuatro columnas al día. Además, ofrecía entrevistas de tres o cuatro horas en televisión, aparecía en programas de todo tipo… A todo esto, si le sumas la figura de su viuda, María España, que era fotógrafa de Interviú y que tenía en su casa cajas y cajas de fotografías de todo tipo… Sin duda, la labor de síntesis se convierte en uno de los mayores retos del documental. Ha sido un proceso complejo porque hemos tenido mucho trabajo en montaje. Gran parte del guion lo hemos tenido que ir modificando en el tiempo.

Y por si fuera poco, además sacáis a la luz material inédito.

C.A: Claro, para no volver a los tópicos. La tesis del documental era tratar de desenmascarar a quien se escondía debajo del personaje. Y hacerlo con apariciones públicas en las que Umbral hacía de Umbral hubiera sido difícil. Por eso los documentos inéditos son fundamentales en la película. Esas cintas que encontramos donde Umbral habla con un periodista al final de su vida y hace balance de todo lo que le ha pasado y su trayectoria son fundamentales. Uno de los valores importantes de la película es contar a la gente cosas que no supiera.

Pero también contar su vida desde cero porque el documental está creado para muchos públicos.

C.A: Sí, hemos intentado que la película no fuera devorada por el personaje, es decir, que el espectador que no conozca a Umbral vea el documental y le deje un poso, una reflexión, una moraleja… Y por lo que hemos podido ver en los diferentes pases a los que hemos asistido, ha habido público muy diverso: desde lectores de Umbral de 65 años a jóvenes que no lo conocían absolutamente de nada y luego salían tan fascinados con el personaje que se compraban uno de sus libros. Por un lado la literatura se puede llevar al cine, pero por otro hemos conseguido que la película llegue a la literatura y que la gente salga con ganas de leer las grandes obras maestras que escribió Umbral. Y estamos muy contentos por eso.

El documental se estrenó el pasado 20 de noviembre en cines, con lo cual habéis tenido la oportunidad de conocer de cerca las opiniones de los espectadores. ¿Qué es lo que más os ha sorprendido de la respuesta del público?

C.A: Personalmente, lo que más me sorprende es que la película trascienda al personaje. La gente sale con ganas de reflexionar sobre algunos capítulos de la vida de Umbral. Hay una frase suya muy interesante: “Contando mi vida también estoy contando la de los demás”, que ya te lo demuestra. Su obra te permite reflexionar sobre aspectos tan mundanos como la vejez, el sentido de la vida, el éxito, el determinismo social, el amor, la paternidad… Hay unos temas universales que están por encima de Umbral y la gente se da cuenta perfectamente de ello.

“Hemos intentado que la película no fuera devorada por el personaje”

Precisamente, uno de los capítulos más sentidos y emocionantes es el de la paternidad, que se retrata en Mortal y rosa, considerada una de sus obras maestras. Y en el documental se muestra con belleza y con crudeza también, fiel a la novela.

A.O: Ese capítulo es el clímax absoluto de todo el documental. Durante la fase de construcción pasó una cosa muy curiosa y es que es la única parte de la película que se mantuvo tal cual se ideó. Era una historia tan potente que fue muy fácil construir la relación de Umbral con su hijo, desde su nacimiento hasta su enfermedad y posterior muerte. Es sobrecogedor. Cuando vuelvo a ver la película esa parte siempre me saca la lagrimita.

Esa parte tan íntima de su vida en un personaje tan reservado en su esfera personal choca con la imagen de dandy que veíamos en los medios. ¿Fue complicado acceder a ese espacio? ¿Cuál fue la postura de María España?

C.A: Pues la verdad es que nos lo puso muy fácil y nos sorprendió mucho. Tuvimos acceso directo a todos los materiales y por eso encontramos tantos tesoros. En este sentido, he de decir que María España es una persona muy inteligente, que vivió toda la vida a la sombra de Francisco Umbral y se quedó muy sorprendida de que la gente olvidara a su marido tan rápidamente. Creo que se involucró de forma total en la película porque imagino que vio una gran oportunidad de resucitar al personaje como ya está pasando. Si nos hubiera puesto trabas y hubiéramos hecho un retrato hagiográfico nadie se lo habría creído. ¿Cómo puedes hacer un retrato amable de alguien que siempre estuvo combatiendo con unos y otros, poniendo la gente a caldo en los diarios? La clave fue hablar de Umbral, de las cosas buenas y malas desde el respeto y contando con el elemento de la emoción. No hacer autopsias frías, sino hablar del personaje desde la emoción.

Hablando del tono del documental, al tratarse de un personaje con tanto carisma y una personalidad tan marcada, ¿cómo encontrasteis el equilibro entre tanta polémica que lo envolvía y su vida personal?

C.A: Pues eso fue un gran reto porque tenía muchos fans, pero también muchos detractores. Una de las cosas que nos preocupaba, sobre todo en montaje, era no romper esa fina línea de poder llegar a empatizar con el personaje siendo tan polémico. En este sentido, nuestro objetivo era que cuando acabara la película el espectador siguiera empatizando con el personaje a pesar de las cosas tan polémicas que dijo. Situar a Umbral en una fina línea entre el bien y el mal fue una de nuestras mayores preocupaciones.

Para muchos, Umbral es famoso por la mítica frase “he venido a hablar de mi libro”, pero ahora por fin se le muestra como lo que es: uno de los escritores españoles más importantes del siglo XX. ¿Con qué prejuicios partíais a la hora de abordar su figura?

C.A: Yo lo conocía más por sus textos porque estudié filología hispánica. También soy más mayor que Alberto y había coincidido más en la época. Creo que tenía los mismos prejuicios que todo el mundo que lo conocía. Siempre me había fascinado el personaje porque montaba un espectáculo en televisión. Era un showman y esa es una de las cosas que más me gustaba de Umbral. Era una persona muy respetada a nivel cultural, pero no por ello dejaba de ir a la televisión, a programas del corazón, concursos, hacer el payaso… A medida que nos íbamos acercando al personaje y documentándonos fuimos descubriendo a otro Umbral, más frágil y tierno, que se muestra en los documentos inéditos.

Para armar el documental habéis contado con testimonios de periodistas y escritores prestigiosos y de amplia trayectoria. ¿Fue fácil convencerlos de participar o había cierto recelo en hablar de un mito tan misterioso como Umbral?

A.O: Pues en general no hubo ningún problema. Todos ellos sabían cómo era Umbral, es decir, que tenía cosas buenas y cosas malas, y fueron bastante sinceros. Eran personas que incluso trabajaron mano a mano con él. Hemos hecho una selección de gente muy cercana sin sobrepasar las diez personas para abordar todos los puntos de vista.

Además, como voz narradora del documental contáis con Aitana Sánchez-Gijón. ¿Os sorprendió el toque que le podía dar a la película?

C.A: Fue una decisión muy arriesgada y nos costó bastante tomar esa determinación porque era muy importante. Los textos de Francisco Umbral tienen una presencia muy importante dentro de la película, pero creo que el que no arriesga no gana. Aunque he de decir que hemos salido ganando porque Aitana le da otra dimensión a los textos. Creo que ni el propio Umbral transmitía la emoción que tienen sus textos. Me pasa con muchos poetas cuando leen sus poesías. Umbral, con su imagen y su disfraz, te alejaba de su discurso y no te lo tomabas en serio, pero una voz tan emocionante como la de Aitana aporta lucidez y sensibilidad a esas secuencias.

Después de Anatomía de un dandy, ¿qué otros proyectos tenéis encima de la mesa? ¿Será otro documental o viraréis hacia otro tipo de género?

C.A: Hasta ahora hemos hecho de todo, desde publicidad hasta series de terror, pero sí es verdad que nuestros éxitos han sido los documentales biográficos. Ahora, dentro del género documental, más que biografías queremos experimentar momentos históricos. En las próximas semanas podremos desvelar más detalles. Como pendiente de estreno tenemos una película documental para National Geographic, una serie sobre sexualidad para RTVE…

¿Cómo veis este 2021 a nivel cinematográfico?

C.A: Es bastante incierto, pero hay que tener paciencia y seguir adelante. No tenemos que pararnos, sino que la idea es seguir en proyectos. Por ejemplo, en 2020 ha sido así, con lo cual nos gustaría continuar.

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Anatomía de un dandy está disponible actualmente en Filmin.

Lídia Oñate
Acerca de Lídia Oñate 93 Articles
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pompeu Fabra y Máster en Dirección de Redes Sociales y Marketing Digital por Fundeun – Universidad de Alicante. Actualmente me encuentro inmersa en la distribución cinematográfica, un sector que vivo de lleno desde la comunicación y el marketing. Me encantan las bambalinas del mundo televisivo y cinematográfico, viajar (tanto cerca como lejos), hacer fotos de paisajes y gastronomía que luego irán a mi Instagram, disfrutar con la Historia y echar una partidas al Monopoly, la Play o lo que se tercie. Porque sí, la diversión en la vida es importante. Y el cine ayuda. Me podéis contactar en lidiaonate@industriasdelcine.com.

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