Guerra entre AMC y Universal: ¿Reconciliación a la vista?

El presidente de AMC, Adam Aron, califica las relaciones con Universal como «templadas»

Hace mes y medio estalló una batalla entre AMC, la mayor exhibidora norteamericana, y Universal a costa de las ventanas de exhibición. Ya publicamos en su día dos entregas acerca del tema y hoy nos llega la tercera parte. ¿Reconciliación a la vista?

Para resumirlo en un párrafo, Universal habría ganado más con Trolls 2 World Tour mandándola directamente a alquiler que si la hubiera estrenado en cines, así que expresó su deseo de explorar la posibilidad de que, en el futuro, hubiera películas que se estrenasen al mismo tiempo en salas y en alquiler. Con esto, las ventanas de exhibición saltarían por los aires. Viendo su futuro muy comprometido, AMC mandó una carta en la que se negaba a proyectar ninguna otra película de Universal a no ser que se cumplieran dichas ventanas.

Eso provocó una cascada de declaraciones por ambos bandos, y AMC consiguiendo que los exhibidores a uno y otro lado del charco se posicionasen a favor de sus tesis. Y ahí, con las espadas por todo lo alto, se hizo el silencio. Hasta el pasado martes 9 de junio.

Presentación de resultados de AMC

En la presentación de resultados de AMC, el 9 de junio, su presidente Adam Aron dijo: «So, look, relations are warm with Universal. They have always been warm, and I’m using that as a good word. There’s nothing personal about this issue with Universal. I have great respect for Universal’s executives. It’s just an issue about money. We are in active dialogue with Universal.» (Miren, las relaciones con Universal están templadas. Siempre lo han estado y estoy diciendo esto como algo bueno. No hay nada personal en este asunto con Universal. Tengo un gran respeto por los ejecutivos de Universal. Es solo una cuestión de dinero. Estamos en un diálogo activo con Universal.) Lo pueden leer en Deadline.

Esto refuerza lo que hablábamos en la segunda parte de la batalla sobre que, en el fondo, ambos lados están condenados a entenderse porque se necesitan. Una carísima producción como la última de James Bond, Sin tiempo para morir, necesita obligatoriamente contar con todos los cines para obtener beneficios. Y, por otro lado, los cines no van a prescindir de películas como la de 007 para ganar dinero.

Aunque las palabras del presidente parecen allanar el camino, en medio del informe de resultados se puede leer una frase que define la situación actual perfectamente: “While we are in active dialogue with Universal, no movies made by Universal Studios are currently on our docket.” (A pesar de estar en mitad de un diálogo activo con Universal, ninguna película de Universal Studios está en estos momentos dentro de nuestro catálogo.)

¿Un nuevo escenario?

Dicho clara y llanamente, estamos exactamente en el mismo punto que lo dejamos hace un mes pero con ligeras diferencias.

La primera es que AMC estaba al borde de la bancarrota en abril, pero ahora ya ha alejado los fantasmas de la quiebra. Sus acciones están en máximos desde febrero en tanto en cuanto parece que lo peor de la pandemia ha pasado. Así, AMC (con el respaldo de otros exhibidores) se muestra más fuerte que anteriormente.

Y, además, para AMC este es un tema menor ahora mismo. Está muy preocupada por su reapertura total. En principio, la exhibidora había programado la apertura de todos sus cines para principios de julio y así llegar con fuerza a Tenet, lo nuevo de Christopher Nolan.

Los disturbios raciales provocados por la muerte de George Floyd (incluidos toques de queda en la mayoría de ciudades) ha provocado el retraso de esta última para el 31 de julio. Así, AMC podría retrasar esa gran reapertura un par de semanas más para ver si la situación se resuelve.

Y es que hasta que llegue Sin tiempo para morir, prevista de estrenarse el 25 de noviembre, no hay ningún gran título de Universal a la vista. Así que no hay prisa. Tampoco para el estudio. Universal está muy pendiente de cómo se va a reactivar el mercado. Porque este podría cambiar. Si no se recuperan cifras «normales», el peso de los exhibidores menguaría en esta guerra. Y el resultado sería que Universal podría «jugar» con esas ventanas de exhibición.

Por lo tanto, vamos a tener que esperar aún unos meses para ver quién se lleva el ascua a su sartén. Vamos a permanecer en esta misma situación hasta que el calendario marque sentencia. Porque ponerse de acuerdo, se van a poner de acuerdo. La cuestión será cómo. Lo veremos.