ALICE WADDINGTON: “‘Paradise Hills’ es una versión extrema y distópica sobre la presión de los jóvenes de aparentar lo que no son”

A pesar de sus 29 años, la realizadora bilbaína Alice Waddington ya suma más de una década en el mundo del cine encadenando trabajos en todo tipo de departamentos. Su ópera prima, Paradise Hills, protagonizada por Milla Jovovich y Emma Roberts, se presentó en el 52 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges tras pasar por el Festival de Sundance a principios de año, y este 11 de octubre llega a los cines de España de la mano de Alfa Pictures. Alice Waddington, su nombre artístico, lo tiene claro: su futuro pasa por escribir y dirigir cine fantástico, de ciencia-ficción, histórico, de género y de terror. Una cineasta a la que seguiremos de cerca y que nos atendió hace unos días en el mismo Festival de Sitges.

El argumento y la estética que propone Paradise Hills no son habituales en el cine español. ¿Fue un proyecto difícil de levantar?

Sí porque además tenemos unos referentes muy americanos. De hecho, el equipo es español, pero el reparto es americano. El proyecto lo vendí en 2015 en el Fantastic Film de Austin y allí conocí a Guillermo del Toro, que me presentó a mi agente y a mi manager. En ese momento hicimos la conexión con España con el Festival de Sitges y los productores. Además, se sumaron Nacho Vigalondo y Brian DeLeeuw en el guion.

Debutas con una película ambiciosa en cuanto, sobre todo, al diseño de producción. ¿Cómo conseguiste convencer a los productores para que se la jugaran contigo?

El diseño de producción parece más caro de lo que es. Tiene una mezcla de high y low cost. Me produce mucha admiración que, más allá de que el presupuesto esté por debajo de los 10 millones de dólares, se consigan tan buenos resultados como se puede ver en películas como Dentro del laberinto, de Jim Henson, que combina tecnologías innovadoras de la época con analógicas (marionetas) con un uso innovador de los efectos digitales. Nosotros hicimos muchos procesos de ese estilo como en El abominable doctor Phibes, de Robert Fuest, y La fuga de Logan, de Michael Andersen. Se trata de películas de los años 60-80 que son retrofuturistas y se apoyan en eso para utilizar localizaciones reales para crear un mundo totalmente nuevo aunque esté en el nuestro como es el caso de Paradise Hills.

Paradise Hills mezcla tecnologías digitales y analógicas para utilizar localizaciones reales con las que crear un mundo totalmente nuevo”

¿Te has implicado directamente en el diseño de producción, vestuario…? ¿Qué referentes habéis tenido?

Suelo trabajar a partir de los visuales y de allí saco la historia. Mi orden general normalmente es primero el vestuario, luego la localización y, después, el edificio completo, de lo que quiere significar. Es importante saber cuál es esa emocionalidad, ya que al final es lo que quieres crear con el diseño de producción. Hay que dirigir los edificios y espacios como si fueran actores. Por ejemplo, intentamos trabajar desde lo visual en lo emocional para conseguir el contraste de la angustia de la noche con la belleza y la calma del día.

Rodamos en localizaciones como palacios de los años 60 hasta un parking reformado de Gran Canaria, pasando por espacios de estilo mozárabe. Hay una mezcla de influencias muy grande como en el caso del vestuario, que bebe de referencias del siglo XIV-XVI y de la época victoriana, videojuegos como el Final Fantasy…

Es cierto que el vestuario es muy particular. ¿Qué has buscado comunicar a través de él?

Hay muchas referencias a las instituciones mentales, en especial, para mujeres, que hasta hace muy poco han existido. Quería que estuviera muy presente el motivo de jaula de oro, que se puede ver en los hombros de los uniformes, en el comedor de las chicas… Toda la compresión, la angustia y la limitación personal se hacen presentes. Las protagonistas de Paradise Hills son mujeres a las que no les pasa nada realmente y que son muy diversas en lo corporal, sexual, afectivo… No tienen problemas, sino que es la propia sociedad la que ve un problema en ellas que piensan que hay que anular, atar, restringir.

En este sentido, ¿crees que las mujeres jóvenes viven en un Paradise Hills constante todavía?

Hablo mucho de la influencia de las redes sociales en las personas jóvenes de mi familia. Mis primos, por ejemplo, son adolescentes y siento que los adultos les estamos haciendo bullying, en cierto modo, transmitiéndoles que nunca van a ser lo suficiente guapos, populares o perfectos, que es de lo que trata la película en su esencia. Paraside Hills es mi forma de decirles que no hay necesidad de cambiar por personas que tampoco os quieren bien, sino que tienen que encontrar a la gente que les va a apreciar por lo que son realmente.

¿Pero querías, en cierto modo, enviar una mirada pesimista de un futuro próximo? ¿Vamos camino hacia lo que se vive en Paradise Hills?

Pienso que forma parte de nuestro presente. Ni siquiera creo que sea nuestro futuro. Soy una persona romántica y optimista, pero sí que soy pesimista sobre los elementos opresivos que estamos imponiendo a gente joven que no necesariamente se siente cómoda con ellos. Tengo 29 años y cuando abro las redes sociales me siento insegura, imperfecta y poco aceptada. Por eso pienso en cómo deben sentirse los más jóvenes, ya que muchos están creando una identidad paralela para ser aceptados por personas a las que su bienestar no les preocupa. Es una versión extrema y distópica sobre la presión de los jóvenes de aparentar lo que no son.

Termina como una especie de cuento con moraleja, quizá para compensar.

Se me acercan muchísimas mujeres que me comentan que les encanta el cine de terror, pero que nunca han tenido acceso a ello porque lo desconocían o, también, no les gustaba el aspecto más sanguinolento, de torture porn (cine gore) o explícito.

Por eso, yo quería hacer específicamente una película que pudieran disfrutar hombres y mujeres jóvenes que piensan que esas películas no son para ellas. De esta forma, Paradise Hills fuera un punto de entrada que homenajeara todas estas películas míticas de culto de décadas pasadas. Esta no es una película de terror de autor, pero puede ser un punto de partida para que disfruten de ello en el futuro.

“Con Paradise Hills quería homenajear las películas míticas de culto de décadas pasadas”

Hoy Paradise Hills se estrena los cines de España, pero ¿cuál es el recorrido previsto de la película?

Tenemos festivales confirmados alrededor del mundo, tanto a países anglosajones como de habla hispano, de terror, ciencia-ficción y cine dirigido por mujeres. Porque allí es donde se encuentra el mejor público para Paradise Hills.

Hace meses se publicó que dirigirías Scarlet para Netflix. ¿Puedes desvelar algunos detalles del proyecto?

Es una película histórica de mujeres y de temática LGTBIQ escrita por Kristen SaBerre que estoy desarrollando en Estados Unidos con Netflix y Michael Costigan, productor de Brokeback Mountain, Stoker y Inocencia interrumpida.

Por otra parte, también tengo otro proyecto de una serie, que es una adaptación de unos libros fantásticos con un estudio que forma parte de mi infancia, pero del que no puedo revelar su identidad por el momento.

Lídia Oñate
Acerca de Lídia Oñate 93 Articles
Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pompeu Fabra y Máster en Dirección de Redes Sociales y Marketing Digital por Fundeun – Universidad de Alicante. Actualmente me encuentro inmersa en la distribución cinematográfica, un sector que vivo de lleno desde la comunicación y el marketing. Me encantan las bambalinas del mundo televisivo y cinematográfico, viajar (tanto cerca como lejos), hacer fotos de paisajes y gastronomía que luego irán a mi Instagram, disfrutar con la Historia y echar una partidas al Monopoly, la Play o lo que se tercie. Porque sí, la diversión en la vida es importante. Y el cine ayuda. Me podéis contactar en lidiaonate@industriasdelcine.com.

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