Hace apenas dos meses Campeones se coronaba con el Goya a la mejor película en la noche en la que El Reino iba arrasando con premios tan importantes como dirección, guion, montaje y actor, y en el que vivimos uno de los momentos más emotivos que se recuerdan en la historia de los premios más importantes del cine español: el discurso del mejor actor revelación Jesús Vidal.
Durante los primeros meses de 2019 diferentes películas españolas han llegado a la cartelera, algunas con más suerte que otras, pero hasta la fecha tan solo una parece haber puesto de acuerdo tanto a la crítica como al público: la nueva película de Pedro Almodóvar Dolor y gloria.
Aunque su presencia se da por descontada, falta confirmar si participará en la próxima edición del Festival de Cannes, donde el cine de Almodóvar siempre es bien recibido y donde se tiene con él una cierta cuenta pendiente, pues nunca ha sido reconocido con la Palma de Oro, pese a que sus premiadas Todo sobre mi madre (mejor dirección) y Volver (mejor guion y mejor actriz para el conjunto de su elenco femenino) llegaban a la ceremonia de clausura como favoritas.
Tradicionalmente otoño es la estación en las que las productoras y distribuidoras españolas ponen toda la carne en el asador, estrenando sus mejores apuestas con la vista puesta en los Goya, aunque el pasado año Campeones se estrenó el pasado 6 de abril de 2018 y se mantuvo como una de las favoritas hasta la nominaciones, donde llegó a sumar 11 candidaturas. La ventaja de ser estrenada tan pronto es que a partir de ahora Dolor y gloria es la rival a batir.
La ganadora del pasado Festival de Málaga, Los días que vendrán, es una de las películas llamadas a estar en la terna de nominadas de la próxima edición de los Goya. La película de Carlos Marqués-Marcet parece una firme candidata en la categoría de mejor actriz revelación, gracias a la interpretación de María Rodríguez Soto, mientras que su compañero David Verdaguer podría hacerse un hueco en la categoría de mejor actor. Otras de las a priori favoritas, a falta de ser estrenadas en festivales o en la cartelera, son Quien a hierro mata, de Paco Plaza; Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar; Madre, de Rodrigo Sorogoyen; Diecisiete, de Daniel Sánchez Arévalo, La trinchera infinita, de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Maria Goenaga; e Intemperie, de Benito Zambrano.
Almodóvar sigue sin el triplete
A falta de ver estas y otras tantas películas españolas que están por descubrir, Dolor y gloria es firme candidata en las categorías de película, dirección y guion original. Pese a que las películas de Almodóvar han recibido un total de 26 premios Goya, el director manchego nunca ha sido capaz de ganar estos tres premios por la misma película. Con Mujeres al borde de un ataque de nervios ganó película y guion, recayendo el de mejor dirección en Gonzalo Suárez por Remando al viento. Con Todo sobre mi madre consiguió el de mejor película y por fin el de mejor dirección, recayendo el de mejor guion original en Benito Zambrano por Solas; y con Volver consiguió de nuevo los premios a mejor película y mejor dirección, pero el de mejor guion original se volvió a escapar, recayendo en Guillermo del Toro y El laberinto del fauno.
En cuanto a las categorías técnicas, se puede dar por segura la presencia del músico Alberto Iglesias en la categoría de mejor banda sonora. El ganador de diez Goyas podría conseguir el sexto por una película de Almodóvar por una magnífica composición aunque no tan emblemática como las compuestas para Todo sobre mi madre, Hable con ella y Volver. De igual manera, premiar a Alberto Iglesias ha significado en más de una ocasión la oportunidad de premiar una película de Almodóvar sin tener que premiarlo a él, como pasó en Hable con ella, Los abrazos rotos y La piel que habito. Añadir que tanto la fotografía de José Luis Alcaine, de 80 años y con 5 premios ya en su haber, podría sumar una nueva nominación a su carrera, la 21 en su casillero. Mientras que la montadora Teresa Font, en su primera colaboración Almodóvar tras la muerte de su habitual editor, Pepe Salcedo, podría sumar su séptima nominación y su segundo premio Goya.
Banderas, Etxeandía y Serrano parten como favoritos
En las categorías interpretativas Dolor y gloria parte como favorita en tres. Aunque no imposible, será difícil que aparezcan candidatos lo suficientemente fuertes como para tumbarlos. Aunque en 2015 recibió el Goya de Honor por toda su carrera, Antonio Banderas podría ganar su primer Goya en la categoría de mejor actor, con su papel de Salvador Mallo, alter ego del propio Almodóvar. Para muchos la interpretación de Banderas es la mejor de su carrera, alejada de los tics a los que el malagueño nos tiene acostumbrados, dotando a su personaje de una contención necesaria, la de un hombre que vive enclaustrado en su dolor. Sería la primera vez que una película de Almodóvar gana el Goya al mejor actor principal.
Asier Etxeandía podría conseguir su primer Goya por su segunda nominación. En Dolor y gloria interpreta a Alberto, un antiguo amante y muso de Salvador Mallo que se reencuentra con el director décadas después de protagonizar la icónica Sabor, la película que los unió y tiempo después los separó. Etxeandía, nominado como mejor actor en 2015 por La novia, ofrece la que es seguramente la mejor interpretación de su irregular carrera. El momento en el que interpreta el descarnado monólogo escrito por Salvador y ese escueto pero delicado baile ya son iconografía del cine de Almodóvar. Pero atención, no podemos descartar que Leonardo Sbaraglia, en su pequeño y emotivo papel de ex amante argentino, pueda conseguir una nueva nominación y un segundo Goya. Después del Goya a Pepe Sancho por Carne trémula, sería la segunda vez que una película de Almodóvar consigue el Goya a mejor actor secundario.
Por último, queremos destacar a Julieta Serrano. Resulta sorprendente que esta actriz de 86 años todavía no sea poseedora de un Goya. Hemos apostado en dos ocasiones como merecedora del Goya de Honor, pero mucho mejor que te lo den es ganarlo. En los preestrenos para la prensa de Dolor y gloria empezó a correr una campaña en las redes sociales de apoyo para que Julieta consiga su primer Goya. El papel de Julieta Serrano es pequeño, interpretando a la anciana madre de Salvador, que a las puertas de su muerte decide rendir cuentas con su hijo. Pequeño pero suficiente para ser premiado, en el que Julieta consigue ofrecer un agridulce retrato. Sería la tercera vez que una película de Almodóvar recibe el Goya a mejor actriz secundaria, tras María Barranco en Mujeres al borde de un ataque de nervios y Carmen Maura en Volver.
Es una anomalía que en unos premios como los Goya actores de tan dilatada carrera y prestigio como Julieta Serrano no hayan ganado nunca un Goya mientras que se entregan unos premios, los de mejor actor y actriz revelación, por un primer papel, que a menudo es secundario y olvidable. La Academia de Cine en lugar de plantearse si suma las series a los premios Goya, tal vez debería preguntarse si debe prescindir de estas dos categorías, ya que si se producen auténticas interpretaciones revelación, lo normal es que compitan en las categorías de protagonista y reparto, aunque este es tema para otro artículo.
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