Casi una década llevaba Sam Raimi sin dirigir una película desde que en 2013 estrenase la fallida y arriesgada (por eso de ser la precuela de uno de los grandes clásicos del cine americano) Oz: un mundo de fantasía. Pues bien, esa racha se rompe con el inminente estreno de Doctor Strange en el multiverso de la locura que devuelve al cineasta nacido en Michigan hace 62 años al mundo del cómic llevado a la gran pantalla.
La nueva entrega de Doctor Strange que está íntimamente ligada con Spider-Man: No Way Home, y esta a su vez con la trilogía del Spider-Man de Raimi, me sirve como excusa perfecta para hablarles de cuándo comenzó la relación que entre Raimi y los tebeos; una relación que puso su primera piedra 12 años antes de la primera entrega de Spider-Man, y que fue con la película Darkman.
En 1990, Sam Raimi estrena una cinta que, si bien no adapta de forma directa y oficial a ningún cómic, supone toda una oda llena de amor y cariño hacia el noveno arte. Asimismo, al director le sirve esta obra como doble homenaje: los cómics Pulp de los años 30, y las películas de terror de la Universal de esa misma década; no en vano, el filme está producido y distribuido por la propia Universal.
La idea original de Raimi fue la hacer una película sobre La Sombra, héroe Pulp que, si bien se originó en la radio en 1930, a los pocos meses dio el salto a las tiras de prensa. Además, su influencia en el medio del cómic es incuestionable, y puso gran parte de los cimientos de los superhéroes posteriores a este que aparecieron en las viñetas con Batman a la cabeza. El problema fue que Raimi no pudo hacerse con los derechos del personaje creado por Walter B. Gibson. De este modo, Raimi hace su propia película y homenaje sobre un héroe de cómic que nunca existió.
Darkman (Liam Neeson) a mitad de camino entre La Sombra, el fantasma de la ópera y el científico/monstruo de la Universal de los años 30 es el protagonista de un filme que supone uno de los grandes hitos cinematográficos del paso de las viñetas a los fotogramas pese a que irónicamente no adapta ningún cómic de forma directa, como ya he mencionado anteriormente.
Varios son los logros que Raimi consiguió con esta cinta y que hoy en día es difícil de ver con las adaptaciones que se hacen de superhéroes en el cine. Veamos cuáles fueron:
- Historia completa, compacta, bien desarrollada y con mucho ritmo en apenas hora y media. Por el contrario, hoy suelen proliferar adaptaciones de generoso metraje, que salvo con la excepción de The Batman, se me antoja como a chicle estirado que no aporta nada. En este sentido, Darkman se muestra como una película que va directamente al grano.
- Tono adulto y violento. Pese a lo fantástico de la propuesta (no confundir fantástico con infantil), y aunque la historia es contemporánea al año de su producción (1990), Raimi traslada los años 30 al presente. Hay que recordar que en esa época ni existía todavía el Comics Code Authority (CCA), ya que se aprobó en 1954 para regular la moral y la violencia en los cómics estadounidenses, ni se había implantado por completo (sobre todo en los primeros años de la década) el Código Hays en el cine. Es decir, tenemos un tono que paulatinamente desaparecerá con las nuevas adaptaciones que en su mayoría buscan un público familiar. Los villanos son sádicos, despiadados, y a la vez, Darkman no repara en usar la violencia (letal) para acabar con sus enemigos.
- Estética, planificación y montaje deudor del estilo de los cómics. La proliferación de ángulos aberrantes, los planos, los rostros… Parece que estamos viendo un cómic que ha cobrado vida en la pantalla del cine. Captar ese espíritu y esa sensación que nos evoca irremediablemente a las viñetas es algo difícil de encontrar en las cintas de superhéroes contemporáneas.
Para llevar a buen puerto Darkman, cinta que tuvo una buena acogida en taquilla y que creó una saga con dos películas más directas al videoclub (ya sin Raimi y sin Neeson), el director se reunió de amigos y de caras conocidas. En este sentido, los hermanos Coen ayudaron al cineasta tanto en la reescritura del guion, pese a no estar acreditados, como con un breve cameo. De hecho, la protagonista femenina del filme es Frances McDormand, esposa de Joel Coen, y tanto ella como los dos hermanos participaron en Crimewave (Ola de crímenes, ola de risas), uno de los primeros filmes de Raimi, que les devolvió el favor ese mismo año apareciendo como actor en Muerte entre las flores, obra cumbre de los Coen.
Para la escritura del guion también tuvo la ayuda de su hermano Ivan Raimi. Asimismo, no podría faltar la colaboración en forma de cameo de su actor fetiche: Bruce Campbell, que no pudo protagonizar el filme debido a la negativa de los productores. Darkman fue también el comienzo de una estrecha y bonita relación entre el cineasta y el compositor Danny Elfman que venía de hacer la banda sonora de Batman, y que supo captar perfectamente el ambiente de este siniestro vengador. Gracias a esta colaboración tenemos, entre otras cosas, Spider-Man 1 y 2, y última entrega de Doctor Strange. Es decir, tanto director como compositor han demostrado que trabajan a la perfección dentro del paso del cómic al cine.
El universo expandido de Darkman no se quedó solo en forma de dos continuaciones que fueron carne de videoclub, sino que también dio el salto a las viñetas. Por un lado, Marvel Comics se encargó de publicar la versión comiquera de la película en el mismo año de su estreno; y por otro, años más tarde Dynamite Entertainment publicó un crossover en forma de miniserie entre dos creaciones del propio Raimi titulado Darkman VS Army of Darkness (2006), en el que se veían cara a cara Peyton Westlake (Darkman) y Ash Williams.
En 1994, también de la Universal, se estrena La Sombra con Alec Baldwin a la cabeza en un filme que pasó sin pena ni gloria. Posteriormente, Raimi ha querido hacer su propia versión del personaje, pero todos los intentos han resultado fallidos.
Espero que algún día este cineasta pueda hacer, por fin, esa película que ronda por su cabeza desde hacer varias décadas, y que esta sea al menos igual de buena de lo que fue Darkman.
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