El BCN Film Fest abrió las puertas de su sexta edición con la nueva película de Marc Crehuet: Espejo, espejo. El director catalán y varios de sus talentos (Natalia de Molina, Santi Millán, Carlos Areces y Malena Alterio) han inaugurado el festival y han llenado las calles del barcelonés barrio de Gràcia con una comedia que hace honor a su temática y que, además, incorpora ciertas reflexiones acerca de cómo nos (mal)tratamos a nosotros mismos. La película se estrenará en salas el próximo 20 de mayo.
Enmarcado dentro de la festividad de Sant Jordi y del mundo literario (aunque sea algo de pasada), el certamen vuelve a reunir a rostros conocidos del panorama nacional e internacional y ya cuenta con más de un lustro de vida, detalle que se hace notar en la decoración que han adoptado los Verdi, sede del festival. Varias fotografías de personajes como Johnny Depp, Isabelle Huppert o Emma Suárez, antiguos invitados al festival, decoran las paredes del mítico cine.
Yo, mi, me, conmigo… y mi reflejo
En Espejo, espejo, los protagonistas adolecen de poder hablar y reflexionar con sus propios reflejos, una suerte de copias subordinadas al vaivén de las acciones de los personajes. En algunos casos, el reflejo es cómplice de la persona, como le sucede a Natalia de Molina, genial en el papel de joven becaria que intercala sin parar anglicismos y que parece haber dado con la clave del nuevo rumbo que debe tomar la empresa de cosmética donde todos trabajan. Otros, como el de Carlos Areces, solo hacen que boicotear la actitud y decisiones de quien ejecuta, como si el stopper real de nuestros sueños e ilusiones estuviera en nosotros mismos, en ese otro nosotros que hay en el reflejo del espejo. Aunque, como es su caso, esté algo justificado tras cantarle al amor de tu vida Nada cambiará mi amor por ti delante de toda la oficina.
El director de El rey tuerto encuentra también tiempo para tratar temas de identidad de género, algo recurrente en el día a día de los más jóvenes, pero no tanto en las conversaciones de los boomers (aquellos nacidos entre los 40 y los 60). Bajo el paraguas de la cosmética y la belleza, acompañamos a Cristina (Malena Alterio), quien se siente más bien Cristian. Crehuet trata el tema con bastante mano y apuesta por mostrar experiencias reales de youtubers que han querido compartir su transición usando las dudas de Cristina para ello. Y no solo dejamos la comedia de lado para este tema: también entramos, aunque bastante de pasada en discriminación laboral, acoso, apertura a lo no normativo, etc. Hay risas, pero también variadas reflexiones.
Un elenco entregado y ágil
Espejo, espejo, rodada en casi su totalidad en espacios interiores, debe agradecer mucho al equipo de intérpretes que se ha creído las peripecias de estos personajes dotados con el poder de hablar con sus reflejos. Aunque en un papel más pequeño, destacamos la personalidad de Betsy Túrnez, la entusiasta y frustrada portera emperrada en repartir periódicos a los empleados y cuyo reflejo podría participar en la siguiente entrega de Saw. También disfrutará el espectador de uno de los últimos papeles de la recién desaparecida Verónica Forqué como madre de Álvaro (Santi Millán), el engreído jefe de la compañía.
La nueva comedia del director y guionista catalán nos hace, por momentos, desear convivir con ese reflejo habilitado para comentar con nosotros nuestro día a día (o simplemente recordarnos cuándo hacemos el ridículo). Al mismo tiempo, nos pone en alerta sobre cómo balancear nuestras dualidades e invita a valorarnos y a aprender a tomar autoconciencia de quiénes somos realmente.
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