Después de repasar las interpretaciones nominadas a mejor actriz revelación y mejor actor revelación, seguimos analizando las categorías interpretativas de los premios Goya 2022. Entre los ocho intérpretes nominados a mejor actor de reparto y mejor actriz de reparto encontramos a tres que ya han ganado un Goya previamente (Nora Navas, Celso Bugallo y Manolo Solo), dos que ya han sido nominados con anterioridad (Milena Smit y Fernando Albizu) y tres que reciben su primera nominación (Urko Olazabal, Sonia Almarcha y, sorprendentemente, Aitana Sánchez-Gijón).
El próximo 12 de febrero conoceremos los nombres de la actriz y el actor que precederán a Nathalie Poza y Alberto San Juan como mejores secundarios del año.
Nominadas a Mejor Actriz de Reparto
Sonia Almarcha, por ‘El buen patrón’ (Fernando León de Aranoa)
Ganadora del premio de la Unión de Actores a Mejor actriz revelación por La soledad (Jaime Rosales, 2007), Sonia Almarcha lleva años combinando trabajos en cine, teatro y televisión. El buen patrón le ha permitido encarnar a la mujer de Javier Bardem y gracias a ella casi nos creemos que el dueño de Básculas Blanco es un ciudadano ejemplar o que es tan fiel a su esposa como lo es a sus empleados.
Almarcha brinda un rol con mucho saber estar y temple, el de “señora de…” que agradecemos dentro de un film en ocasiones tan alocado como el último trabajo del director de Loving Pablo (2017). Aun así, tenemos la impresión de que el premio al Mejor rol femenino de reparto merece estar producido por El deseo.
Nora Navas, por ‘Libertad’ (Clara Roquet)
No sabíamos nada de Nora Navas hasta que Agustí Villaronga nos la descubrió en Pa negre y, desde entonces, se ha convertido en un rostro habitual en el cine español, sumando con esta su cuarta nominación (y un premio) en once años.
En Libertad se pone en la piel de Teresa, la madre de la protagonista, la adolescente Nora. Navas interpreta a la perfección a una madre burguesa que tiene que lidiar con la enfermedad de su propia madre, a la que interpreta una Vicky Peña que apuntaba a favorita en la categoría y que finalmente fui ignorada; la rebelión veraniega de su hija en este paso de niña a mujer de la mano de su amiga Libertad, y el desmoronamiento de su propio matrimonio. Y todo ello, lo hace Navas con esa aparente sencillez de quien parece no interpretar si no tan solo vivir en un personaje dentro de la pantalla.
Aitana Sánchez-Gijón, por ‘Madres paralelas’ (Pedro Almodóvar)
La fuerte identidad del personaje de Aitana Sánchez-Gijón, una ensimismada actriz a la cual la maternidad rompió la supuesta proyección de su carrera, y el agraciado trazo que le ha procurado Almodóvar a su secundario son algunas de las claves de la nominación al Goya, la primera que recibe la actriz de Volavérunt (Bigas Luna, 1999) desde que se inició en la interpretación hace más de 30 años.
Los actores de reparto en el mundo de Pedro Almodóvar han sido, en muchos casos, más ambiciosos que los propios protagonistas. En nuestra memoria perduran, como ejemplo, Chus Lampreave y Rossy de Palma en La flor de mi secreto discutiendo a través de ingeniosos diálogos. La Teresa de Sánchez-Gijón en Madres paralelas está también tocada por la gracia de la palabra y por el fuerte contrapunto con su hija Ana: mostrando, así, distintos tipos de feminidad. Lástima que el premio solo pueda ser para una.
Milena Smit, por ‘Madres paralelas’ (Pedro Almodóvar)
Milena Smit atrajo la atención de David Victori, director de No matarás, por su aparentemente oscura personalidad y el salvaje magnetismo que desprendía a través de Instagram. De esa conexión tomó forma Mila, su personaje, y apenas un año después fue Almodóvar quien contactó con la joven actriz para ofrecerle un papel en su siguiente film: Madres paralelas, junto, y de igual a igual, a la experimentada Penélope Cruz.
Si bien no pudo alzarse con el “cabezón” a Mejor actriz revelación en la pasada edición, consideramos que la irrupción de la actriz ha sido igualmente una revolución en el panorama interpretativo español. En contrapunto a su desquiciado personaje en No matarás, el de Ana, su rol en la última obra del director manchego, es más tranquilo y contenido a pesar de todos los vaivenes que sufre el personaje. Una de las cualidades de la alicantina es precisamente el de inhibir sus impulsos a favor de una joven perdida, casi transparente, que vive un embarazo repentino, una pérdida y un amor enfebrecido mientras aletea a la sombra de su madre. Su trabajo es suficientemente virtuoso como para que la amplia trayectoria de las demás nominadas no ensombrezca la magna labor de Smit.
Nominados a Mejor Actor de Reparto
Fernando Albizu, por ‘El buen patrón’ (Fernando León de Aranoa)
Para un film tan guasón como el de León de Aranoa, hacía falta un vigilante a la altura. Fernando Albizu, ya nominado por Gordos (Daniel Sánchez Árevalo, 2009) interpreta al que seguramente es el personaje más “blanco” de la película de Aranoa.
Román es el vigilante de la entrada a la empresa de Básculas Blanco, y por delante de él circulan todos los personajes de la película. Precisamente, es su personaje el único que parece humano de toda la película, ya que es todo bondad, circunstancia que hace que, por otra parte, todos se aprovechen de él, desde su repugnante jefe hasta el empleado despedido que acampa en la puerta de la empresa. Fernando Albizu sabe dotar a su personaje de esa humanidad de la que el resto del film carece, y es capaz de lidiar con la condescendencia que sobre él deposita el guion, aunque no se escape de la ridiculización que hace Aranoa sobre la clase obrera.
Celso Bugallo, por ‘El buen patrón’ (Fernando León de Aranoa)
El actor gallego, ganador del Goya a Mejor actor de reparto por Mar adentro (Amenábar, 2004), es en El buen patrón la antítesis a todos los excesos de la película y sus personajes. En esta obra es Fortuna, el empleado fiel que encontramos en casa de su jefe un domingo, y no precisamente para tomar café juntos, el confidente y asesor de pocas palabras, el pringado, al fin y al cabo, que aguanta carros y carretas sin poner en duda la voluntad de la persona que le da de comer.
No es la primera vez que le vemos en esta tesitura y por eso ponemos en duda que consiga su segundo “cabezón”. El de Fortuna es un personaje sentido y discreto que Bugallo, dada su complexión y apariencia, consigue hacer suyo fácilmente. Nada, ni la posible involucración de su patrón en la muerte de su hijo, parece hacerle salir de la actitud de empleado que le debe todo a su amo.
Urko Olazabal, por ‘Maixabel’ (Iciar Bollain)
La carrera del bilbaíno Urko Olazabal ha ido, hasta la fecha, muy de la mano de producciones vascas o sobre historias relacionadas con el País Vasco: Errementari, Ane, Patria… Y ha sido con la verídica Maixabel que ha visto reconocido su talento gracias al personaje de Luis Carrasco, un ex miembro de la banda terrorista ETA que accedió a verse con los familiares de sus víctimas.
El de Olazabal es un personaje silencioso, de pocos gestos y palabras, pero que gracias al intérprete consigue transmitir con la respiración y un posado tímido. Enfrentarse de tú a tú con otro actor como Luis Tosar, peso pesado de nuestro cine, no debió ser fácil, pero visto el film uno comprueba que el de Urko es un magnífico trabajo que consigue emocionar, desde la más pura sencillez, por encima del tres veces ganador del Goya.
Manolo Solo, por ‘El buen patrón’ (Fernando León de Aranoa)
Enésimo actor en la última obra de León de Aranoa que aspira al Goya, Manolo Solo es En el buen patrón Miralles, la mano derecha del citado patrón y jefe de producción que no pasa por su mejor momento vital. Es un problema personal de este el que inicia todas las desdichas que seguirán al dueño durante el metraje.
Que Solo es un actor brillante está ya demostrado; aún pasea por nuestra mente el papel del intérprete en Tarde para la ira (Raúl Arévalo, 2016). Aquí, Manolo Solo encarna a la perfección al empleado medio que está en horas bajas: despistado, algo taciturno, maleable… Un papel importante en su carrera, aunque haya otros candidatos que nos han podido sorprender más este año.
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