El film narra la fuga de una madre con sus dos hijos en plena lucha por su custodia
Su debut en el largo dejó boquiabierto a medio mundo. Más de 25 galardones -entre ellos el Premio Lux y su reconocimiento a la Mejor Dirección Novel en el Festival de Venecia- avalaron Sámi Blood: la historia de una niña sami que vive entre el racismo y la búsqueda de la verdadera integración en la Laponia de los años 30. Tres años después, Amanda Kernell vuelve a ponerse tras la cámara para rodar en España Chárter: la fuga hasta Canarias de una madre con sus hijos antes de perder su custodia.
El film narra la historia de Alice, una mujer de unos 40 años que, aterrorizada por la posibilidad de perder a sus dos hijos, decide secuestrarlos y huir con ellos sin el permiso del padre. Ya en el propio guion -obra de Kernell- Canarias se convierte en el destino final de su huida. Así, Tenerife acogerá el rodaje de la película, que comenzará en febrero y que durará al menos mes y medio. Su estreno se prevé para 2020.
La productora Nordisk Film -que cuenta con Orange Valley como responsable del service en España- ya ha abierto el casting de figurantes en Puerto de la Cruz en las últimas semanas, donde ya está instalado gran parte del equipo escandinavo del film. Entre ellos, el productor Lars G. Lindström.
La cinta -coproducción entre Noruega, Dinamarca y Suecia- cuenta con 3,8 millones de euros de presupuesto, a los que el programa Eurimages ha contribuido con 475.000 euros, cerca de 220.000 euros de la Nordisk Film and TV Fond y 390.000€ del Instituto Noruego del Cine.
Cine de custodia
Desde la histórica y oscarizada Kramer contra Kramer de Robert Benton, numerosos cineastas han intentado retratar el drama de los divorcios conflictivos y la lucha por la custodia de los hijos. Ha habido aproximaciones desde la comedia como La señora Doubtfire o la francesa Papá o mamá, dirigida por Martin Bourboulon. Sin embargo, en los últimos años el drama ha ganado peso en esta radiografía de la postdesestructuración familiar.
A dramas como Qué hacemos con Maisie han seguido en los últimos años dos títulos del cine europeo que han sido aclamados en los grandes festivales: la fría y desoladora Sin amor de Andrey Zvyagintsev -Premio del Jurado en Cannes- y la brutal Custodia compartida de Xavier Legrand -León de Plata al Mejor Director en el Festival de Venecia-.
Kernell se suma ahora a esta ola del cine de custodias con una historia que recuerda a un caso real reciente en España: el de Juana Rivas. La mujer, como la protagonista del film sueco, decidió desaparecer con sus dos hijos para no devolvérselos a su padre, quien había sido denunciado y condenado por malos tratos. La fuga le supuso la imputación de dos delitos de sustracción de menores por los que un juzgado de Granada la condenó a cinco años de cárcel. En la actualidad, espera la resolución de su apelación ante la Audiencia Provincial de Granada.
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