Segunda crónica desde la edición de 2022 del Festival de Cannes, con la esperada Armageddon Time, de James Gray, y God’s creatures de las directoras Anna Rose Holmer y Saela Davis.
‘Armageddon Time’ de James Gray
Casi una década después de El sueño de Ellis, el director James Gray ha vuelto al Festival de Cannes para presentar Armageddon Time a competición en la Sección Oficial.
Armageddon es el término bíblico para referirse al fin del mundo y que Gray explora a través del protagonista de esta película Paul Graff, Michael Bansk Repeta, un niño de Queens a las puertas de la vida adulta. El suyo será un despertar abrupto, sombrío e injusto como también lo es para su amigo Johnny, un chico de la misma edad pero de color y con unas circunstancias familiares cuanto menos tristes. Compañeros de clase, los dos amigos construyen cómplices sus proyectos de futuro, uno ser artista como Kandinsky y el otro astronauta para la NASA. Juntos intentan explorar el mundo por si solos, pero pronto Paul se topa con un padre autoritario, Jeremy Strong, una madre desbordada, Anne Hathaway y un abuelo, Anthony Hopkins, que en el afán de darle lo mejor a su nieto lo cambiará a un colegio elitista sin atender a lo que este en verdad quiere.
“Nunca olvides el pasado porque nunca sabes cuando va a volver” le aconseja el abuelo a Paul tras contarle el pasado de su familia refugiada ucraniana. Un relato que el niño escucha con estupor aunque no entienda el verdadero significado de los hechos. Como tampoco entiende la represión racial en la América de los años 80 o el clasismo más conservador, principal causante de esta. Sin nostalgias ni patetismos, James Gray vuelca en Armageddon Time los recuerdos de su infancia ligados al momento de cambio histórico del país con la victoria de Ronald Reagan y el auge de la familia Trump en la cruzada elitista que ya en aquel momento emprendiera para hacerse con el poder del país.
‘God’s Creatures’ de Anna Rose Holmer y Saela Davis
El tándem de directoras Anna Rose Holmer y Saela Davis presenten en la Quincena de Realizadores el drama de una madre ante la encrucijada de recuperar a un hijo cuando ya es una persona adulta.
Brian, Paul Mescal, regresa a casa en un pueblo de pescadores irlandés. La llegada pilla por sorpresa a su familia y en especial a su madre, Emily Watson. Después de años sin noticias el hijo prodigo retorna y respondiendo a ese instinto tan maternal, y a la vez tan animal, Aileen se vuelca por resolver las necesidades de su vástago. Lo acoge en casa, le proporciona las redes para que cultive ostras, lo integra en la comunidad y se convierte en su protectora y también su cómplice. Y es que Brian ya no es el hijo o nieto de antes de marcharse, ahora es un hombre adulto con unas intenciones y unos deseos. Pero Aileen no es consciente de ello.
En esta pequeña localidad entregada al mar, los hombres se dedican a la pesca y las mujeres trabajan en las conserveras. Aileen es, precisamente, la encargada en unos almacenes donde las trabajadoras son también amigas. El personaje de Watson, eslabón importante dentro de esta comunidad, es una mujer reposada y prudente que verá como el equilibrio de su vida se resquebraja con la llegada de su hijo. Un personaje, por su parte, con una dualidad arrolladora, y es que es tan cuidadoso con su abuelo demente como desaprensivo con su madre.
En un momento clave de la película la hija de Aileen reprocha a su hermano que siendo un adulto aún se aproveche de la teta de su madre, justamente mientras da de mamar a su bebé. En God’s Creatures Holmer y Davis confrontan las maternidades de dos mujeres -madre e hija- separadas por décadas para dejar entrar la sororidad y resquebrajar así la construcción visceral de la maternidad cuando se trata de proteger a las crías.
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