Si hay algo que ha hecho grande al cine de Hollywood han sido las historias que rodean a sus grandes películas. Descubrir un libro, Moteros tranquilos, toros salvajes, que nos cuenta “la verdad”, como el propio Peter Biskind afirma, ha sido fascinante e indispensable para satisfacer ese afán de conocer el cine desde dentro. Para empezar os dejo con el “tráiler” de la contraportada que hará que corráis a las librerías este próximo 23 de abril a por él.
El espectacular éxito de Easy Rider en 1969, una película de moteros de escaso presupuesto, marcó el inicio de una nueva era en Hollywood. Una generación de jóvenes directores, Martin Scorsese, Francis F. Coppola y Steven Spielberg entre otros, comenzaron a filmar con actores aún poco conocidos, como Robert De Niro, Al Pacino y Jack Nicholson, y en pocos años se convirtieron en los nuevos y poderosos señores de Hollywood, artífices de clásicos modernos como El Padrino, Chinatown, Taxi Driver y Tiburón. Basado en cientos de entrevistas con los propios directores, pero también con productores, estrellas, agentes, guionistas, ejecutivos de los estudios, esposas y ex esposas, el libro de Peter Biskind narra día a día la epopeya de los jóvenes lobos de Hollywood, la génesis de sus películas y sus luchas contra el establishment. Moteros tranquilos, toros salvajes (Easy riders, Raging Bulls, 1998, editado en España por la Editorial Anagrama) es la espléndida crónica de ese viaje alucinante que fue Hollywood en los años setenta, la historia apasionante y verídica de la última gran edad de oro del cine americano, una exaltada celebración de la creatividad y la experimentación, pero también del sexo, las drogas y el rock and roll.
Todo lo que queréis saber y todo lo que no queréis saber sobre el Hollywood de los setenta está documentado en este hito de Peter Biskind, jefe de redacción de la revista Premiere y director de American Film.
Leer a Biskind es a la vez un paso por la historia del cine y la de Estados Unidos. La guerra de Vietnam, la cultura hippie, la muerte de Martin Luther King… marcaron a una generación de cineastas que querían alejarse de las producciones de los estudios y los viejos clásicos para acercarse al cine europeo de la “Nouvelle Vague” y a autores como Federico Fellini o Luis Buñuel. Querían mostrar su visión del mundo a través del cine y dejar huella. Steven Spielberg dice que en los setenta se levantó la barrera de la edad y muchos jóvenes pudieron aportar ideas innovadoras que culminaron en proyectos que hicieron temblar la industria; Bonnie & Clyde y El graduado (1967), 2001: una odisea en el espacio y La semilla del diablo (1968), Cowboy de medianoche e Easy Rider (1969), El Padrino (1972). Nacía la era del “Nuevo Hollywood” capitaneada por directores recién graduados que no ocultaban su afán de protagonismo ni les molestaba ser denominados artistas, a diferencia de sus predecesores, los grandes directores de la era de los estudios, John Ford o Howard Hawks.
Los primeros ejemplos de la victoria del autor sobre los estudios nos los representa con Bonnie & Clyde y la idea de Warren Beatty de añadir romanticismo en la trama de unos criminales y Easy Rider, película que da nombre a este libro.
Descubriremos a un joven Coppola que pasa de estar al borde del fracaso a convertirse en el director del momento y en una futura leyenda con El padrino, como William Friedkin crea la primera película responsable de convertir el terror en un fenómeno “blockbuster” con El exorcista, el rescate de Paramount a base de drogas y alcohol, un Roman Polanski odiado por todo el mundo durante el rodaje de Chinatown y George Lucas demostrando su valía con American Graffitti.
Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, George Lucas, Terrence Malick o Robert De Niro, Harvey Keitel, Warren Beatty, Faye Dunaway, Jack Nicholson y Jodie Foster fueron algunos de los responsables de que aquella década fuese una de las más importantes tanto por sus éxitos como sus fracasos. Sus egos, sus disputas, su afán de protagonismo nos dejarían verdaderas joyas y otras muchas decepciones que desencadenarían la propia desgracia de la generación. Sin quererlo consiguieron auto boicotear la propia voluntad de los “nuevos directores” y hacer la primera puntada del hilo de lo que sería la época de las sagas, una que aún hoy en día sufrimos. La industria decidió apostar definitivamente por sagas como Star Wars e Indiana Jones alejándose del cine de autor que ellos mismos reivindicaban. El éxito fue tal que ninguno pudo renunciar y al final el objetivo del cine estadounidense fue generar blockbusters imbatibles en serie con franquicias hoy en día famosísimas. Como siempre, desde aquí celebremos más unas que otras.
Con Moteros tranquilos, toros salvajes os invitamos a viajar al pasado a encontrar similitudes con el presente y dejar a vuestro juicio si estamos viviendo hoy una situación similar a la de los 70 pero con los cines y las plataformas y el cine y las series.
Eres un grandisimo redactor… Gracias, Un saludo
Gracias por reseñarlo. Justo estoy viendo películas del nuevo hollywood. La última que vi fue el último deber, y ahora por ver Harold y Maude. Así que no me dejas más opción que leerlo.