ERICK MESSERSCHMIDT: “El principal enemigo de un director de fotografía es el tiempo”

Fotografía de Suwon Lee. Gentileza de AEC.

Entrevistamos a Erik Messerschmidt, director de fotografía estadounidense, en el marco del evento MicroSalón AEC, con sede en Madrid. Messerschmidt es habitual colaborador del cineasta David Fincher y obtuvo un premio Óscar a la mejor fotografía por Mank.

Me gustaría preguntarte si consideras que el cine proviene de la fotografía, si te parece que el cine proporciona movimiento a las fotografías o si proviene de una transformación técnica más compleja.

Es una gran pregunta. Creo que el cine es storytelling extendido en el tiempo. Es esculpir en el tiempo, como decía Tarkovski. La fotografía tiene que ver con la historia de un momento singular. El cine manipula y hace progresar el tiempo. Tiene más en común con la literatura y los sueños que con la fotografía.

¿Cómo empezaste y cómo terminaste trabajando con David Fincher?

He sido gaffer durante varios años, empecé mi carrera así. Fui contratado para ser gaffer en Gone Girl, con David Fincher. Nos conocimos en el rodaje de esa película, y después necesitó alguien en el departamento de fotografía para la serie Mindhunter. Y me llamó. Un sueño se hizo realidad, fue una oportunidad apasionante.

Me gustaría preguntarte sobre tu trabajo en relación con la visión de David Fincher, si antes del rodaje discutís acerca de los planos, la estética… o si te pide una presencia activa en el set. ¿Cómo os coordináis?

Muchas de nuestras conversaciones versan sobre la estructura de la escena y cómo esta se ensamblaría. Hablamos de las secuencias en relación con la historia y sobre lo que le vamos revelando a la audiencia. Después hablamos de color, ubicación, de todo lo que necesita la escena, y posteriormente la película. Tenemos muchas charlas sobre enfoque y composición. David a veces es muy específico con lo que quiere, y en otras ocasiones todo emerge de conversaciones detalladas entre ambos. Depende de lo que suceda en la escena y cuán compleja sea.

Me gusta mucho pensar Mank como un homenaje a un modo pretérito de hacer películas, pero tiene, en mi opinión, una colisión preciosa. ¿Está rodada quizá en digital para apelar a un período pero a la vez para dar cuenta de que ya no estamos en dicho período?

Absolutamente. Estábamos haciendo una película sobre ese período, el Hollywood clásico, y queríamos transportar a la audiencia con el máximo rigor, rendirle tributo al modo en el que las películas se hacían en términos de estructura visual. Utilizamos herramientas y técnicas modernas porque nos ofrecían la oportunidad de controlar el resultado de forma muy precisa.

¿Sientes mucha presión cuando trabajas para plataformas como Netflix o es como en cualquier otro caso, como en cualquier otra plataforma o major?

Siempre, en cada trabajo, me noto bajo presión. Me mantengo a un alto nivel de exigencia, nunca me quedo del todo satisfecho con lo que hago. Siempre me quedo con la sensación que el resultado podría haber sido un poco mejor en algún aspecto. Las preguntas del podríamos haber probado alguna cosa, o qué habría pasado si hubiésemos solucionado este problema de forma más veloz o eficiente, o con más ingenio… Siempre estoy preocupado por estas cosas.

¿Cómo crees que el montaje y la posproducción afectan a la fotografía? Por ejemplo, en relación con los cortes de montaje. Intuyo que es una cuestión de balance, de discusión entre todos los miembros del equipo.

La película se hace en el montaje. Cuando escribes nace la vaca, cuando ruedas haces el embutido y en la edición lo cortas. Para mí es muy importante que todos los ingredientes estén dispuestos correctamente, que el balance esté bien; ahí entra el estar seguro de la confianza establecida con las siguientes personas en el proceso de trabajo. Está todo muy conectado, pero para mí la posproducción es la parte más importante. Puede pasar por supuesto que no todas las piezas estén ahí, por eso me siento muy vinculado al montador, más incluso que con cualquier otro integrante del equipo.

Fotografía de Suwon Lee. Gentileza de AEC.

¿Crees que las plataformas en streaming contribuyen o promueven nuevos modos para el espectador de percibir las imágenes?

Creo que lo que quieren los cineastas es una audiencia, en primer lugar. Queremos contar historias con audiencias lo más amplias y diversas posible. Porque si tienes entre manos una película que supone un desafío especial o unas complicaciones que sólo podrían estar percibidas y valoradas por una sección pequeña del público tienes la oportunidad de ponerla en una plataforma y llegar a personas alrededor del mundo. Es muy excitante. Me encantaría decir que sólo quiero que las películas se experimenten en la sala cinematográfica, pero creo que eso no estaría bien, pienso que lo adecuado es que se llegue a cuanta más audiencia, mejor.

¿Cuándo trabajas para televisión, pensando sobre todo en Mindhunter, notas diferencias respecto al cine o es indiferente? Respecto a la técnica, por ejemplo, si para ti cambia respecto a la gran o a la pequeña pantalla.

No, la verdad es que siempre asumo e imagino, y quizá es un error, que trabajo para una pantalla grande. Siento que trabajando con eso en mente la gente lo apreciará más y verá el resultado de forma entusiasta, ya sea en el cine, en televisión o en un teléfono móvil. Intento pensar el trabajo siempre desde la idea de que estamos haciendo una película, y depende del público el modo en el que escojan verla.

Siempre se ha dicho, al menos aquí en España, que los rodajes son una carrera contra el tiempo y que sólo hay tiempo de pensar durante el proceso de preproducción y en la edición. El rodaje, en consecuencia, se reduce a una mera traducción del guion. ¿Lo percibes así, esto suele suceder…?

El principal enemigo de un director de fotografía es el tiempo. El movimiento del sol, los tiempos que nos proporcionan los miembros del equipo… Cuando filmamos siento la tremenda responsabilidad de estar a cargo de mi propio uso del tiempo. También hay que hallar un balance entre velar por una calidad alta en el resultado y gestionar el presupuesto con inteligencia. A veces olvidamos de que lo que hacemos aspira a vivir para siempre, y debe ser tan bueno como pueda ser. Debe hacerse con la máxima atención posible a los detalles. Las películas lo merecen, pero nunca tenemos el tiempo suficiente (risa).

Arnau Martín Camarasa
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Estoy terminando de cursar el Grado en Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra, y me estoy especializando en el análisis cinematográfico. Formo parte del itinerario de Teoría, con el objetivo de llevar a cabo el Máster que ofrece la entidad sobre cine contemporáneo, realizar una tesis doctoral y ejercer la docencia. Me apasionan la historia del cine y su actualidad, así como practicar la crítica y pensar las películas. He hecho prácticas con Manu Yáñez en su revista Otros Cines Europa, escribo un artículo mensual para el blog Insidemedia y a día de hoy me encuentro avanzando el Trabajo de Fin de Grado, en forma de ensayo escrito. Escribo diariamente en Letterboxd sobre todo lo que veo. Fanático de Woody Allen, Ingmar Bergman y Apichatpong Weerasethakul.

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