Gracias a Sant Jordi tengo la excusa perfecta para recomendar una publicación que reúne a dos de mis grandes pasiones: el cine y el cómic. Y no hay mejor título que capte los dos mundos a la perfección que The Fade Out, la obra maestra escrita por Ed Brubaker y dibujada por Sean Phillips para Image Comics, que pueden encontrar en nuestro país editada por Panini bajo su sello Evolution Comics.
Brubaker y Phillips forman la que, posiblemente, sea la mejor pareja artística dentro del Noveno arte de los últimos veinte años. A pesar de haber trabajado ambos con otros artistas, siempre han dado lo mejor de cada uno cuando se han vuelto a reunir. En este sentido, y tras una dilatada carrera llena de trabajos conjuntos que empezó en 1999 con La escena del crimen; The Fade Out supone su obra cumbre.
Ambientado a finales de la década de los 40, tenemos un relato genuinamente noir que nos muestra las otras caras de Hollywood. Y es que, pese a tener cabida aquí el glamour al que siempre hemos estado acostumbrados, tanto Brubaker como Phillips se adentran en las profundidades de las miserias de la meca del cine. De este modo, el retrato de esa época se hace bajo el prisma actual, mostrando ese glamour mencionado y conocido como capa superficial de lo que realmente se esconde: una corrupción moral en forma de abusos propios de la era Weinstein, la problemática de ser gay en la industria del cine, y un incipiente macartismo que condenaría a aquellas ovejas descarriladas del sistema capitalista. La mirada que aportan sus autores es propia de la distancia que solo el paso del tiempo puede dar; una mirada desmitificadora sobre un Hollywood lleno de vidas truncadas, sueños rotos, y pesadillas consumadas.
Brubaker se inspiró en las historias que había oído sobre su tío John Paxton, que fuera guionista en la década de los 30 y 40, pero que acabó topándose con el Comité de Actividades Antiestadounidenses, y este truncó la carrera del escritor. Así pues, tenemos como protagonista del relato a un guionista venido a menos envuelto, sin quererlo, en una trama policiaca.
Para reforzar toda esta parte cinéfila que está en el guion, Phillips introduce gráficamente a varias de las grandes estrellas del momento, aunque con los nombres cambiados. Es decir, podemos ver cómo parte de los personajes están compuestos por los rostros de Gregory Peck, Montgomery Clift, Edmond O’Brien y Clark Gable, entre otros. Sin duda, es su mejor trabajo hasta la fecha.
Además del excelente trabajo de este dúo, que se entiende a la perfección, habría que destacar también la labor de la colorista Elizabeth Breitweiser, que desde su llegada ha hecho que los cómics de Brubaker y Phillips adquieran una nueva dimensión expresiva y, sobre todo, un salto de calidad enorme de la que ya de por sí tenían. El maravilloso uso del color por parte de Breitweiser capta perfectamente tanto los ambientes de Hollywood como el espíritu noir de la historia.
Alcohol, guionistas en declive, asesinatos, corrupción, persecución comunista, guiños cinéfilos, y mucho más, lo podrán encontrar en The Fade Out, un cómic que hará las delicias tanto para cualquier amante del Séptimo como del Noveno arte.
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