Nathalie Biancheri debuta en la dirección de ficción con la película Nocturnal, drama ambientado en las costas de Yorkshire que se presenta en la sección Talents del Festival D’A, que se celebra en Filmin.
Con el bagaje de diversos documentales sobre arte y naturaleza filmados para la BBC (entre ellos uno dedicado al escultor Xavier Corberó), y dos cortometrajes, The Crossing (2014) y Gibberish (2016) con multitud de premios en festivales internacionales, la directora se lanza a filmar Nocturnal, una historia intimista y desencantada.
El film pone en juego a dos personajes desubicados que se encuentran por casualidad. Por una parte la adolescente Laurie (Lauren Coe), que se ha trasladado a vivir al pueblo natal de su madre después de haber vivido en Irlanda, y a la que las cosas en el instituto no le funcionan demasiado bien; por la otra el pintor de paredes Pete (Cosmo Jarvis, Lady Macbeth), que vive en una adolescencia perpetua a pesar de pasar de la treintena. Ambos iniciaran un proceso hacia la intimidad que no se resolverá como ninguno de los dos tiene planeado.
Biancheri aprovecha el paisaje desolado de una ciudad costera en invierno como protagonista adyacente en el que se desenvuelven los personajes, en un formato más cercano formalmente al documental que a la ficción. Con reminiscencias del cine social que retrata a la working class inglesa, la sencillez de la puesta en escena no conduce a un desarrollo simple. Aunque al principio la directora juega al equívoco -no vemos claramente la cara del protagonista hasta pasados 25 minutos del metraje-, bien pronto una lágrima nos desvela lo que está pasando realmente; a partir de ahí esperamos la inevitable decepción, que llega sorprendentemente entre risas de éxtasis.
“No quise engañar a la audiencia durante 70 minutos, hubiera sido cansado e innecesario” dice Nathalie Biancheri, “pero la pregunta de porqué el protagonista no se puede abrir es la más interesante para mí”. El huraño y esquivo Pete es un personaje duro que se revela frágil y a la vez protector, como protectora es la noche en que interactúa constantemente la pareja, cuando las luces de la ciudad se encienden y cae la niebla, transformando el paisaje completamente. “Fue una gran referencia para mí, esa dualidad. A veces el más pequeño detalle puede condicionar la mirada entera de la película”.
Entre los muchos aciertos de Nocturnal, aparte de la ambientación y las actuaciones sobresalientes de la pareja protagonista, está la sobria dirección de Biancheri, más cercana al cine clásico que a una joven promesa con ganas de deslumbrar. Ese esfuerzo de contención juega a favor de la historia, y revela un talento maduro con una mirada propia y personal que no puede más que deparar un brillante futuro. “Siento que, al final, hice lo que quería hacer” dice la directora. “Nunca tuve ese sentimiento con mis cortometrajes, no me podía reconocer en ellos para nada. Pero Nocturnal siempre será un honesto primer estreno”.
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