El cineasta rueda su primer largo en solitario mientras recoge premios por el guion de O que arde
En el Marruecos desértico que se levantaba a la sombra del Atlas, Santiago Fillol sintió algo transformarse dentro de sí. Su primera colaboración como guionista con Oliver Laxe no fructificó sólo en una película tan bella como indomable. Mimosas le sirvió también para crear en La debilidad de creer uno de los más crudos y certeros diarios de rodaje que se hayan publicado nunca. De esos donde la utopía de lo intelectual y lo creativo se da de bruces contra la realidad de lo tangible como el camión que se atasca contra las paredes del desfiladero. “Debe ser una regla no escrita: uno aprende a rodar su película en el momento en que está cerca de terminarla”, apuntaba entre sus conclusiones.
Para entonces Fillol ya había probado a colocarse tras la cámara. Seis años antes había codirigido con Lucas Vermal el documental Ich Bin Enri Marco. Otra desmitificación, esta vez protagonizada por quien reconoció haber inventado las experiencias en campos de concentración que durante años había relatado en las televisiones. Una confesión cinematográfica que inspiró a Javier Cercas la novela El impostor.
Ahora el cineasta argentino ha regresado a la dirección en solitario con Matadero: un film que ya rueda entre Argentina y las Islas Canarias y que adapta la obra de Esteban Echevarría escrita en torno a 1840. La película cuenta la historia de Jared, un “torturado cineasta norteamericano” que en 1975 llega a las Pampas para rodar la historia del primer levantamiento de los trabajadores del campo contra sus patrones. Una adaptación en la que los agricultores les asesinan como animales y se los comen.
En este juego metacinematográfico el rodaje se verá rodeado de obstáculos. Por un lado, el enfado que los actores muestran ante el retrato que Jared hace de los granjeros como unos zombies sangrientos. Por otro, la Embajada Americana quien asegura que los intérpretes forman parte de una organización subversiva, por lo que solicitan al cineasta infiltrarse en el equipo como topos.
Los actores Nahuel Pérez Biscayart (120 pulsaciones por minuto, Stefan Zweig: adiós a Europa), Marina Juncadella y Julio Perillán encabezan esta coproducción entre España, Argentina y Francia de la mano de Magoya Films, Nina Produccions y 4A4 Productions. Cuenta además con apoyo del ICAA y del INCAA. Completan el reparto Romina Paula, Lina Gorbaneva y Ailin Salas.
Y mientras Santiago Fillol se independiza en la gran pantalla como cineasta continúa recogiendo los frutos de su trabajo como coguionista de O que arde de nuevo junto a Oliver Laxe. Esta misma semana ambos recogían el premio Astor de Plata al Mejor Guion -además del Astor de Oro al Mejor Largometraje- en la categoría de Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine de Mar de Plata. El film también ganó el premio del Jurado en la pasada edición del Festival de Cannes dentro de la categoría Un certain regard.
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