‘Vitoria, 3 de marzo’, crónica de una masacre

Año tras año se van destapando nuevos sucesos que han marcado la historia reciente de nuestro país. Poco a poco se va resquebrajando el muro de secretos que se guardan, celosamente, bajo la etapa denominada como Transición democrática. Uno de ellos llegó este 1 de mayo a la gran pantalla, Vitoria, 3 de marzo, un film dirigido por Víctor Cabaco que narra los terribles sucesos que tuvieron lugar ese día en la ciudad vasca cuando tres trabajadores fueron asesinados a manos de la policía tras una larga huelga en defensa de derechos laborales como el aumento de salario, igual para todos, una jubilación digna y a los 60 años, mejoras en la seguridad e higiene y cobertura sanitaria. Semanas después se sumarían dos fallecidos más, que murieron a consecuencia de las graves heridas. Se calcula que a raíz de la manifestación que tuvo lugar por las calles de Vitoria, y que tuvo como epicentro la reunión de miles de trabajadores en la iglesia de San Francisco, hubo más de cien heridos, la mitad de ellos por armas de fuego, según se detalla en el film. La represión prosiguió los días posteriores causando nuevos heridos y el encarcelamiento de varios representantes obreros acusados de sedición.

En Vitoria, 3 de marzo  somos testigos de un momento histórico recreado a base de ficción e imágenes y audios reales, extraídos de los medios de comunicación de la época y, también, de las comunicaciones de la policía, lo que hace estremecer al espectador por su contundencia y frialdad en reconocer que lo que allí había acontecido era “una masacre” y que se había hecho “un buen servicio”. La Historia debe ser recordada y entendida en sus múltiples variantes para evitar que aquello que debe ser causa de lamento y arrepentimiento no vuelva a suceder. Las diferentes lecturas políticas hacen que, tristemente, cada cosa no sea colocada en su debido sitio.

El film narra los terribles sucesos que se vivieron en Vitoria durante la Transición después de una dura huelga general que acabó con la muerte de cinco trabajadores.

En su ópera prima, Cavaco nos sitúa en una Vitoria envuelta en un ambiente enrarecido y tenso. Son días de manifestaciones, asambleas y huelgas laborales. Jóvenes y adultos, trabajadores y amas de casa, sindicalistas, periodistas, políticos y los diferentes sectores que conforman la ciudadanía se abocan a un futuro incierto, en el que algunos buscan fervientemente la revolución que les ayude a revertir la realidad y conseguir todo aquello que propugnan. A través de una inocente y combativa joven, Begoña (Amaia Aberasturi), conoceremos cómo se gesta la lucha obrera y los límites que alcanzan ambos bandos hasta llegar al fatal desenlace. Le acompaña otro joven, Mikel (Mikel Iglesias), líder sindicalista, que le mostrará el camino de la resistencia obrera y, sin pretenderlo, la empujará a lo más oscuro del brazo policial.

En ese momento, España era un polvorín. Justo hacía unos meses que había fallecido el dictador Francisco Franco y a lo largo y ancho del país miles de trabajadores decidieron salir a la calle a reivindicar sus derechos después de cuatro décadas de silencio. La situación se intentó solventar con el control de los medios, pero en Vitoria no fue suficiente, lo que desembocó en una trágica jornada de violencia policial.

Mención aparte merece la música que da forma al propio film. “A galopar”, de Paco Ibáñez, que se erigió entonces como un himno de libertad y cambio, le imprime la fuerza, el arrojo y la osadía, y “Campanades a mort”, de Lluís Llach, le otorga la fuerza dramática a la vez que devuelve la mirada a los resilientes, que sostienen estoicamente su lucha obrera por la que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.

Vitoria 3 de marzo no solo quiere ser una película de reivindicación, sino también un homenaje a todas las personas que combatieron por un mundo más justo y equitativo a pesar del sistema, de sus líderes y del alcance de su poder.

Lídia Oñate
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Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pompeu Fabra y Máster en Dirección de Redes Sociales y Marketing Digital por Fundeun – Universidad de Alicante. Actualmente me encuentro inmersa en la distribución cinematográfica, un sector que vivo de lleno desde la comunicación y el marketing. Me encantan las bambalinas del mundo televisivo y cinematográfico, viajar (tanto cerca como lejos), hacer fotos de paisajes y gastronomía que luego irán a mi Instagram, disfrutar con la Historia y echar una partidas al Monopoly, la Play o lo que se tercie. Porque sí, la diversión en la vida es importante. Y el cine ayuda. Me podéis contactar en lidiaonate@industriasdelcine.com.

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