Entrevista a la directora barcelonesa Elena Martín horas después de debutar en la escena internacional con Creatura a competición en la Quinzaine de Cineastes de Cannes 2023.
Elena Martín, (Barcelona, 1992), actriz, guionista y directora quien ya debutase con Júlia ist en 2017, da el salto internacional con Creatura constatando ese nuevo camino abierto por una nueva generación de cineastas catalanas.
En su segundo largometraje escrito a cuatro manos con Clara Roquet, Martín indaga en el deseo femenino, la causa, y en la represión sexual, la consecuencia. Y es que, si bien es cierto, este termina convertido en problema cuando se desconoce, se corta la comunicación e incluso se castiga. La propia Martin encarna a Mila, la protagonista en su edad adulta, en un instante desaforado por entender el mal que la acecha desde niña. Es justamente en la infancia donde se gesta la génesis de su mal en forma de urticaria crónica. Pero lejos de buscar la causa en un instante o persona, la cineasta bucea en la complejidad de la sexualidad femenina a partir de las relaciones personales del entorno familiar.
En el momento de escribir el guión ¿ya sabías que interpretarías el papel de protagonista?
No estaba decidido, es verdad que estaba sobre la mesa desde el principio. En el proceso de escritura necesitaba pensar en una persona que no fuese yo, porque es una ficción y quería aprender cosas con esta película. Explicar mi vida no tenía sentido, porque yo ya la he vivido y se trataba de abrir nuevas puertas y construir nuevos personajes. Pero al tratarse de un personaje muy físico, las productoras y Clara Roquet me apoyaron para hacerlo yo. Y así ponerme en la piel del personaje que has escrito, vivirlo.
La sexualidad femenina como problemática está en la base de Creatura. Valoro mucho que el detonante para abordar esta cuestión no sea un episodio concreto de abusos sexuales, si no un problema gestado a lo largo de una vida, apuntas directamente a la estructura sociocultural, ¿como se traslada un problema de esta envergadura al cine?
El proceso de escritura fue muy largo precisamente por esto. La estructura narrativa de una película habla del mensaje. Para nosotras era una cuestión política muy importante, de hecho lo hablé muchas veces con mi amiga y directora Irene Moray, estamos hartas que se utilice una escena de violación como momento climático de una película. Es perverso.
Nosotras estamos contando una historia que incluye muchas otras, construimos el guión en base a muchas experiencias reales. Creatura no habla de una sola historia, ni tampoco de un solo trauma. De hecho muchas personas que han sufrido violaciones también han sufrido por vivir en un sistema patriarcal. Muchas veces el problema no solo es haber sufrido una violación en sí, sino el acompañamiento social de después del hecho traumático, que es nulo. La justicia que se hace también es nula. No queríamos que la película se centrase en buscar cuál fue el momento traumático que lo explica todo. Y no hay solo uno, sino muchos a lo largo de la vida de una persona y, más explícitos o más sutiles, pueden construir una narrativa que te haga sentir cohibida igualmente.
En cuanto a las masculinidades, las dos hombres que acompañan a Mila a lo largo de su vida, son figuras empáticas aunque no compartan el modo con que la protagonista se comunica o necesitaría hacerlo. ¿Cómo llegas a estos arquetipos masculinos?
Fue un gran reto, porque si bien es cierto a nivel narrativo juegan el papel de antagonistas sobre todo cuando Mila confronta la relación que tiene con ellos para entender cosas. Pero a la vez no podíamos simplificar estos personajes, porque en primer lugar eso no pasa en la vida real y en segundo, si ellos no son complejos, Mila tampoco lo es. Y al fin todos forman parte de este sistema. Las heridas de Mila también están causadas por los hombres que la han acompañado con sus propias heridas, seguramente heredadas de sus padres. Y si no intentamos conjuntamente entender cómo hemos llegado hasta aquí es muy difícil deshacerlas. Y aunque haya sido diferente haber sido educada como mujer, mujer cis u hombre cis. Y los niveles de privilegio sean diferentes todo el mundo sufre las consecuencias. Como sociedad para salir adelante es muy importante atacar este tema.
¿Y la madre? Dices que es una figura cómplice con Mila, pero hay momentos en que está ausente con las consecuencias que ello conlleva para una hija en proceso de autoconocimiento.
Si bien es cierto, muchas niñas heterosexuales desarrollan fijación con el padre. Y eso no es natural. Como sucede en Creatura en el momento en que es con tu padre con quien juegas en la playa, mientras tu madre es la que te obliga a quedarte en la toalla para que no te resfríes. ¿Con quien prefieres estar? Con quien te diviertes.
Durante mucho tiempo las mujeres se han encargado de los cuidados, y esto es aburrido, aunque obviamente también se desarrolla ese amor incondicional con la persona que te protege pase lo que pase. En resumen las diferencias entre las relaciones no creo que sean orgánicas, son culturales. Un hecho importante para la película.
En un momento de la película, el padre le dice a Mila que pertenece a una generación habituada a preguntar mucho a la gente de su alrededor, pero ¿Mila se pregunta a sí misma?
Mila es un personaje valiente. Sea más o menos consciente desde el inicio de la película está buscando respuestas, aunque empieza disparando hacía todos los lados. Es un personaje muy activo desde pequeña, que se mueve hacía cualquier dirección probando cosas nuevas. Y tiene que hacer un proceso para ir afinando sus preguntas, pero creo que las preguntas se las plantea desde el principio.
Cannes, meta o punto de partida.
Cannes es una meta en los sueños de una persona que quiere hacer cine. Acceder a un festival como este es muy difícil y creo que es importante recordarlo.
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