Los Oscar 2022: Repasamos los intérpretes nominados a Mejor Actor Protagonista

Mientras otras categorías de los Oscar premiaban actuaciones que podemos tildar de discretas, los nominados a Mejor Actor Protagonista en 2022 son actores que se han volcado completamente en sus papeles y que, además, registran altas dosis de carisma y personalidad. 

Javier Bardem, por ‘Ser los Ricardo’ (Aaron Sorkin)

Que Javier Bardem es un portento es una obviedad. Y es por eso que su trabajo como Desi Arnaz, el artista cubano afincado en USA que acabó produciendo uno de los shows más exitosos de la TV estadounidense, no nos ha sorprendido en demasía. Esto no quiere decir que el actor de Días contados (1994) no esté estupendo: baila, canta, toca la guitarra, adopta un creíble acento cubano, nos introduce en el mundo de las congas, de la persuasión… A pesar de su ya sabido físico rudo, Bardem no deja de adoptar papeles que se salen de ese encorsetamiento: este año le hemos visto como un empresario medio en El buen patrón, como el misterioso Stilgar en Dune y como encantador comediante en Ser los Ricardo. Cuarta nominación al Oscar para el actor español, que ya consiguió una estatuilla por No es país para viejos (2007). 

En una de las mejores escenas de la cinta de Sorkin, el personaje de Arnaz está convencido de poder poner fin a las acusaciones de varios periódicos, quienes señalan a su mujer de red, de comunista, explicando a la audiencia lo sucedido. Si estos aplauden, los medios se darán cuenta de que nadie cree en la historia. Ni su mujer confía en su poder de convicción porque el asunto es peliagudo, pero el artista lo consigue. Lo mismo sucede con Bardem: su talento casi siempre consigue que nos aliemos con él, aun cuando su relación con Nicole Kidman, su mujer en la ficción y también nominada, no sea la más veraz.

Benedict Cumberbatch, por ‘El poder del perro’ (Jane Campion)

Hay roles que merecen el Oscar porque se considera que el actor no se ha podido esforzar más en su actuación y en la intensidad que ha dado al personaje: pensamos en el sufridor DiCaprio en El renacido (2015), en el consumido McConaughey de Dallas Buyers Club (2013) o en el reciente Joaquin Phenix dando vida al tormentoso Joker mientras ríe y llora con desespero. Otros lo han merecido más bien por su inmersión en el personaje, aunque se enfoque más hacia la introspección o la mimetización: Casey Affleck en Manchester frente al mar (2016) o Eddie Redmayne en La teoría del todo podrían ser un ejemplo reciente. ¿En qué lugar ubicar a Benedict Cumberbacht en El poder del perro?

En 2015, el intérprete inglés recibió su primera nominación al Oscar por Descifrando Enigma (2014), donde dio vida al matemático Alan Turing. En el largometraje de Jane Campion, Cumberbatch interpreta a un vaquero de la América (EEUU) profunda que a través de una capa retrógrada y maligna esconde a un hombre reprimido que se encuentra envenenándose con su propia ponzoña. Hay una garra inexplicable en su rol a pesar de la presencia british del actor, que dista mucho de la del ranchero sucio que, quizás, Campion tenía en mente. Un papel que conforma un gran viaje hacia la profundidad de lo que significa ser actor, ser otra persona. 

Andrew Garfield, por ‘Tick, tick… Boom!’ (Lin-Manuel Miranda)

El que fuera el mismísimo Spiderman hace unos años ha crecido (aunque en Tick, tick… Boom! interprete a un joven a punto de cumplir los 30) y nos brinda en la película de Miranda el que es, posiblemente, su mejor papel hasta la fecha. Sorprendente cantando y bailando y muy gesticuloso, el actor necesitó un año para prepararse para el papel, justo el tiempo que había desde que le comunicaron que estaba en el proyecto y lo que faltaba para que el film se grabara. Y a pesar de que, en su presencia, algunos números musicales pueden provocar cierta vergüenza ajena (¿gajes de los musicales y ciertas canciones como Therapy?), Garfield nos da la impresión de entregarse al completo al papel de Jonathan Larson, el exitoso director del musical Rent que murió a la edad de 36 años.

Hay otros candidatos más veteranos que pueden merecer más el premio este año; aun así, el actor de Lo que esconde Silver Lake (2018) está inmenso en su representación del artista que no encuentra el éxito que anhela, pero que sigue insistiendo e insistiendo aunque ello signifique vivir de manera precaria. Todo llega (al menos para Jonathan Larson).

Will Smith, por ‘El método Williams’ (Reinaldo Marcus Green)

En una nueva historia de superación (muy Hollywood, muy the American dream), el actor Will Smith, que nos ha convencido casi siempre en el drama, la acción, la ciencia ficción y la comedia, se pone en la piel del padre de las hermanas Williams, dos de las mejores tenistas de la historia. Hay que recordar que King Richard, en su título original, no va tanto sobre las atletas sino sobre el método que su progenitor se emperró en utilizar con ellas para que, sin dejar de ser niñas y disfrutar de las actividades propias de su edad, escalaran en el tenis a base de perseverancia y esfuerzo.

No todo es amable en el retrato de Richard Williams, pero el actor de Men in black (1997) es puro carisma y personalidad: eso es lo que llena la pantalla de esta obra y aleja los atisbos de cierta tiranía que, aunque los hay, se difuminan tras un intérprete inmenso dentro de un film más olvidable y bastante encorsetado dentro de los cánones de la industria.

Denzel Washington, por ‘The Tragedy of Macbeth’ (Joel Coen)

Leyenda del cine y heredero natural de Sidney Poitier, el actor afroamericano encara su novena nominación como actor (décima en total ya que recibió una como productor de Fences). De esta forma, supera en nominaciones a Marlon Brando, Jack Lemmon y Peter O’Toole e iguala a Spencer Tracy, Paul Newman y Al Pacino. No será esta, seguramente, la última nominación de Denzel, que está a solo tres nominaciones del récord absoluto de Jack Nicholson.

Washington se pone esta vez en la piel de Macbeth, una personaje igualmente legendario que ha sido llevado a la gran pantalla en múltiples ocasiones y que ha sido interpretado por actores de la talla de Orson Welles y, más recientemente, Michael Fassbender.

Esta es la primera colaboración de Washington con Joel Coen, que afronta su primera dirección en solitario desde Crueldad intolerable. Desde entonces, había codirigido todas sus películas con su hermano Ethan, que tampoco produce ni escribe el guion de The tragedy of Macbeth. Acompañado de Frances McDormand en el papel de Lady Macbeth, Washington sorprende con un nuevo registro aunque, de momento tendrá que esperar para su tercer Oscar.

Claudia Guillén
Acerca de Claudia Guillén 56 Articles
Graduada en Publicidad y RRPP por la Universidad Pompeu Fabra y Máster en Film Business por la ESCAC. También cursé Historia de Cine y Crítica cinematográfica en La Casa del Cine. Después de pasar por algunas agencias de comunicación y adquirir experiencia en el sector de la distribución de cine, trabajé en Rakuten TV desarrollando y coordinando las producciones originales de la plataforma. Actualmente, trabajo en Elastica Films, productora y distribuidora de cine independiente. En mis ratos libres leo con bastante avidez y busco películas españolas curiosas por los Encantes o el Rastro.

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