Resultados de taquilla en 2021: mejores, pero insuficientes

El año 2021, que prometía ser el de la recuperación (relativa, imaginábamos) y el regreso de los espectadores a los cines, ha concluido con un balance agridulce para las salas.

Según datos de Comscore a 30 de diciembre de 2021, la asistencia a los cines se incrementó un  45% respecto a 2020, alcanzando los 41 millones de espectadores y una cifra global de taquilla de 251 millones de euros. Es un dato que merece celebrarse, pero también contextualizarse, pues no olvidemos que el año 2020 estuvo condicionado por la irrupción trágica del COVID y el confinamiento decretado a mediados de marzo, que obligó a cerrar los cines hasta principios de junio de aquel año.

En este sentido, la taquilla del primer semestre de 2021 fue todavía un 43% inferior a lo recaudado en aquel aciago primer semestre de 2020. Pese a que, contrariamente a otros países de nuestro entorno (Francia, sin ir más lejos), no se volvió a imponer un “nuevo cierre cultural general”, el 2021 comenzó marcado por sucesivas restricciones y el cierre de muchas salas: solo el 59% de los cines abrieron sus puertas durante los primeros seis meses.

La llegada del verano, con la mejora de la situación sanitaria, el consiguiente relajamiento de las medidas (el porcentaje de cines abiertos alcanzó el 91%) y los potentes estrenos de Hollywood, abrió un nuevo periodo de esperanza gracias a las sobresalientes cifras de Fast & Furious 9 (9, 6 millones de euros recaudados) y A todo tren: Destino Asturias (8,4 millones), la película española de más éxito del año.

La taquilla del primer semestre estuvo condicionada por el cierre de muchas salas y las restricciones sanitarias, quedando por debajo de lo recaudado en el mismo periodo de 2020

‘Todo tren: destino a Asturias’ ha sido la película española más taquillera de 2021.

Durante el otoño, los estrenos más esperados se han sucedido con un éxito aceptable, sin acercarse a los resultados que hubiéramos previsto en la época pre-Covid, pero contribuyendo indudablemente a sostener el sector de la exhibición. Los 9 millones de Venom 2, los 8 millones de Dune y Sin tiempo para morir, o incluso los 7 millones de Eternals (una propuesta Marvel atípica en muchos aspectos) confirman el retorno a las salas de buena parte del público asiduo al cine comercial.

Sin embargo, hemos tenido que esperar hasta diciembre, con el estreno el día 17 de la esperadísima película-evento Spider Man: No way home, para reencontrarnos con unas cifras similares a las que podían lograrse en un fin de semana antes del Covid (9 millones de euros y 1,3 millones de espectadores durante esos 3 días), solo que, esta vez, extraordinariamente concentradas en una única película, la cinta de Marvel (78% de la recaudación).

Los datos finales del segundo semestre dibujan, en conjunto, un escenario mucho más estimulante: crecimiento del 165% respecto a 2020, 31 millones y medio de espectadores y 7 millones solo en diciembre (récord desde la reapertura).

Desde julio los datos han ido mejorando hasta superar en el conjunto del año a los de 2020, pero solo hemos alcanzado cifras pre-pandémicas con la llegada de Spider-man

No obstante, diversos elementos ensombrecen las perspectivas a corto y medio plazo. En primer lugar, la inesperada aparición de la variante ómicron ha lastrado el comportamiento comercial de los estrenos navideños, retrasado algunos que se esperaban para recién comenzado el 2022 y sembrado dudas sobre la cercanía del final de la pandemia.

Por otro lado, es evidente que la comparación de cifras más significativa (y menos halagüeña) debemos establecerla con los años previos a la pandemia. Los 614 millones de euros recaudados en 2019 habían supuesto precisamente el regreso a las cifras de 2012, antes del brusco descenso en 2013 a los 506 millones de euros y la paulatina recuperación que condujo a un notable promedio en el periodo 2015-2019 de 593 millones[1]. Los 251 de 2021 se siguen moviendo por tanto en parámetros críticos, que con independencia de la excepcionalidad que los justifica, dibujan un panorama muy distinto y a un sector obligado a adaptarse. La pregunta es cómo y hacia dónde.

La tendencia a la concentración, es decir, el evidente desequilibrio entre los líderes de la taquilla y el resto de estrenos (fenómeno evidenciado por las cifras de Spiderman), quizá solo sea un síntoma de la reticencia de una parte importante de la audiencia de los cines (público adulto en busca de películas de prestigio o menos comerciales) a volver a las salas. Esta percepción viene reforzada por el fracaso comercial de las nuevas y aclamadas propuestas de realizadores veteranos como Ridley Scott (su El último duelo solo hizo 1,9 millones en nuestro país) o Steven Spielberg (es probable que West Side Story abandone nuestras salas superando apenas el millón de euros), históricamente infalibles.

La concentración de la taquilla en títulos muy comerciales y el fracaso de otros estrenos con perfil más adulto y aparentes garantías de éxito parece sugerir que muchos espectadores no han vuelto aún a las salas

En este contexto, con independencia del análisis detallado que pronto le dedicaremos a los resultados del cine español, hay motivos para la esperanza en fenómenos como el sobresaliente mantenimiento en taquilla de El buen patrón, Maixabel o, en menor medida, Madres Paralelas, que rondan los muy respetables 3 millones de euros, gracias sin duda al apoyo de los premios y los medios, pero también al buen boca-oreja que nos devuelve la fe en un público deseoso como siempre de degustar, comentar y recomendar películas.

[1] Anuario de Cine 2019 del Ministerio de Cultura y Deporte

Álvaro Gómez Illarramendi
Acerca de Álvaro Gómez Illarramendi 8 Articles
Cinéfilo desde que mi memoria alcanza, el disfrute de las películas ha sido siempre el complemento e incentivo perfecto de mi carrera profesional y trayectoria vital. Graduado en Administración de Empresas y Derecho, especializado en el ámbito de la fiscalidad, nunca he dejado de escribir sobre cine en diversos blogs y páginas webs. Fui alumno de Jordi Costa en su Curso de Crítica de cine de la Escuela de Escritores, y practico con frecuencia y disciplina el deporte de alto riesgo que algunos conocen como “festivales de cine”. Quizá ya no soy capaz de degustar seis películas en un mismo día, como cuando fui Jurado Joven del Festival de San Sebastián, pero mi apetito de buen cine sigue siendo insaciable. Amo el noir en blanco y negro, los melodramas a todo color de Douglas Sirk, la fantasía cañí de Edgar Neville, la psicología traviesa de François Ozon y la elegía clásica de Clint Eastwood.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*