Octava jornada en el Festival de Cine de Cannes en que las películas a competición en la Sección Oficial parecen despacharse unas detrás de otras sin importar el match que creen visionados tan dispares como los comentados a continuación.
‘Red Rocket’ de Sean Baker, compite por la Palma de Oro
Sean Baker compite por primera vez en la Sección Oficial del certamen aunque ya triunfase con The Florida Project en la Quinzena de Realizadores de 2017. Red Rocket, como ya sucedía en el trabajo anterior, se sitúa en la periferia física de las grandes urbes donde no hay personas, solo fábricas. Y en la periferia social donde habitan los olvidados del sistema. Un paisaje gris y polvoriento, unas casas cochambrosas y unas personas sudorosas bajo el foco del director de fotografía Drew Daniels, Euphoria.
Make America Great Again, era el oportunista eslogan del ex presidente Donald Trump. Y que quedó en mera ilusión tras un breve y calamitoso mandato. Aunque hubo quien se lo creyó y durante un tiempo fue por la vida como Mike Saber, creyéndose ser el rey Midas en un paraíso donde las fábricas sustituyen a los árboles y donde la mugre impregna las superficies y los cuerpos. Y al final cuando Trump regresó a su torre de oro, parte de la sociedad americana se quedó sin su sueño, olvidada en un páramo.
Y al final cuando Trump regresó a su torre de oro, parte de la sociedad americana se quedó sin su sueño, olvidada en un páramo.
Mike Saber, Simon Rex, es uno de los muchos desgraciados atrapados en su propia enajenación. Es un actor porno que después de un supuesto gran éxito en Los Ángeles vuelve a su ciudad natal. Mejor dicho a los suburbios de una ciudad de Texas, su único recurso. Se instala en casa de su todavía mujer y suegra, a pesar de las reticencias de ambas. Y su día a día consiste en mantener viva el áurea de estrella del cine -para adultos, que tanto orgullo le produce- ante las dos mujeres, su vecino y ante la adolescente a la que se propone seducir. A todos los embauca, porque si algo tiene es cierta gracia para conseguir lo que quiere y cuando quiere. Pero en este paisaje árido despojado de cualquier elemento de humanidad, Saber solo puedo ser un cínico egocéntrico. En Red Rocket Sean Baker retrata, una vez más, la crudeza del desengaño americano, con lirismo y a veces con algo de humor, porque de lo contrario sería imposible mirarlo de frente.
‘The Story of My Wife’ de Ildikó Enyedi, también a competición en la Sección Oficial
Ildikó Enyedi ha pisado la alfombra roja para presentar The Story of My Wife, un drama de época basado en la novela de Milán Füst. Gijs Naber, es un capitán de navío, tan corpulento como parsimonioso que acostumbra a tenerlo todo bajo control. Hasta que un día se propone casarse con la primera mujer que entre en el café donde se encuentra. Y esa mujer será Léa Seydoux que, misteriosamente, le sigue el juego. Se casan y entre viaje y viaje de él intentan comportarse como un matrimonio bien avenido. Pero lo extraño de la situación pronto revela una serie de malentendidos, desconfianzas y pruebas de fe muy descafeinadas por mucho que se esté tratando la pasión o la confianza del matrimonio.
The Story of My Wife está narrada en siete capítulos que pretenden ser capas en que Enyedi ahonda más y más en la psique del protagonista, “como mujer autora, he querido inmiscuirme en el estado de ánimo masculino considerado como “tradicional”, declara la realizadora. Está bien revisitar los arquetipos tradicionales, pero Enyedi no consigue transgredirlos, al menos llegar a una conclusión de lo que debería ser o lo que si funciona. The Story of My Wife es una narración tediosamente lenta y lineal. Demasiado tópica en arquetipos que no conduce a ningún puerto.
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