Bien es cierto que esta pasada gala de los más famosos premios cinematográficos van a pasar a la historia como uno de los más controvertidos sin ni siquiera tener en consideración la calidad de las nominadas y/o ganadoras. La ausencia de presentador, el anuncio de unos nuevos premios “populares” que al final no cuajan, la entrega de alguna categoría durante las pausas publicitarias (que tampoco se realiza), la eliminación de los números musicales de las canciones candidatas (aunque al final sí los hubo)… En fin, todo esto ha hecho correr ríos de tinta.
Pero nos vamos a centrar un poco más en el efecto que tienen los premios en la taquilla. Obviamente, la cantidad de publicidad que acarrean estos premios se ve trasladada inmediatamente en taquilla pues genera en el público la necesidad de ver a las películas ganadoras. Aunque no tanto como uno se espera.
En EEUU
Empecemos por EEUU que es el primer mercado para las películas y donde se entregan los premios.
Tomemos el caso de la ganadora del año pasado, La forma del agua. En EEUU, prácticamente dobló el número de salas y su recaudación subió un 26%. A partir del premio consiguió recaudar 5 millones de dólares, solo un 8% del total de los 63 millones de dólares que consiguió al final de su carrera.
Parece poco pero, claro, llevaba 14 semanas ya en cartel. Por mucho premio que obtengan es imposible elevar la recaudación mucho más allá. De hecho, para La forma del agua fue más importante en taquilla el anuncio de las nominaciones que el propio premio. Pasó de conseguir 3.9 millones de dólares el fin de semana anterior a 8.3 millones de dólares el posterior. O sea, 4.3 millones de dólares más. Casi tanto como lo que consiguió a partir del premio.
Green Book ha recaudado en EEUU más de lo que hizo La forma del agua el año pasado. Lleva ahora mismo 69 millones de dólares. Si rentabiliza de la misma manera su Oscar llegará a algo más de 75 millones de dólares. Incluso nos podría sorprender llegando a los 80M$, pero no mucho más. Aun así, es un buen dato. Desde Argo, hace seis años, una ganadora no conseguiría tanta recaudación.
En España
El caso aquí es un tanto distinto ya que tanto Green Book como La forma del agua no estaban estrenadas en el momento del anuncio de candidaturas. Parece claro que ambas lo utilizaron para conseguir mayor publicidad. Por ejemplo, La favorita consiguió subir un 8% su recaudación tras el anuncio.
La entrega de los Oscars del año pasado coincidió con la tercera semana de La forma del agua en nuestras carteleras. A partir de esa tercera semana, y del premio, consiguió un 45% de la recaudación de la película, 9.49 millones de euros. En su cuarta semana mantuvo la recaudación de la semana anterior. Aunque eso sí, por encima del millón de euros. A partir de la quinta, en cambio, empezaron los descensos considerables. Un 44%, un 35% y un 29%, con lo que el efecto Oscar se diluyó.
Green Book no parte desde una posición tan buena este año. Lleva en tres semanas 3.77 millones de euros mientras que la otra llevaba 5.28 millones de euros. Los premios la han pillado en su cuarta semana, en la que ha recaudado 0.6 millones de euros provisionalmente. Si trasladamos los datos a Green Book, esta repetiría recaudación en su quinta semana aunque a partir de la sexta bajaría de manera ostensible. Podría llegar a los 7 millones de euros en el total de su paso por nuestros cines. Más que decente recaudación.
Llegamos a la conclusión de que, efectivamente, los premios se trasladan a la taquilla pero, quizás, no de una manera tan importante como creíamos.
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