Paul McGuigan, director escocés famoso por películas como Lucky Number Slevin o Gangster Nº1, y director también de episodios televisivos en series como Sherlock, Smash o Scandal, trae a la pantalla grande Las estrellas de cine no mueren en Liverpool (Film Stars don’t die in Liverpool), un biopic romántico interpretado por Annette Bening y Jamie Bell sobre la relación que mantuvieron a finales de los años 70 la estrella de Hollywood Gloria Grahame y el actor británico Peter Turner, precisamente durante los dos años previos a la muerte de esta. El guión está escrito por Matt Greenhalgh pero se basa en las propias memorias de Peter Turner, en las cuales detalla los últimos años de Grahame junto a él, entre Londres (lugar donde se conocieron), Los Ángeles y Liverpool.
Gloria Grahame fue un ángel caído de Hollywood, ganó el Óscar por su aparición en Cautivos del Mal (The Bad and the Beautiful) y se retiró prematuramente de primera plana debido al sexismo en la industria. Además, fue inculpada del escandaloso rumor de haber iniciado una relación con Anthony Ray (hijo de su segundo marido y director de Rebelde sin Causa Nicolas Ray) cuando este aún era menor, para después casarse con él convirtiéndolo en su cuarto esposo.
Turner conoció a Gloria cuando ambos se encontraban en Londres actuando, y se enamoró a primera vista. Así, iniciaron una relación compuesta de los ingredientes perfectos para creación del romance cinematográfico clásico: la pasión, la diferencia de edad, la estrella de Hollywood más el sujeto anónimo y la enfermedad. McGuigan presenta un film muy ajustado a las memorias de Peter: no se trata de una película intimista, pero sí una película sobre intimidad, y sobretodo de decencia. O más bien sobre la recuperación de la decencia, pues el guión decide dejar fuera todo lo que tiene que ver con las habladurías del momento y el sensacionalismo que rodeó su historia, y se muestra sólo a ellos dos: ella, con la muerte acechante y el peso de la edad sobre la espalda. Él y su inseguridad, su inexperiencia y su timidez. Pero juntos e imperfectos, desprendiendo una química brutal desde el minuto cero.
El casting y el ritmo no podían ser más acertados, y Annette Bening deja el recuerdo de Gloria en lo más alto. La emoción crece por minutos y el final es aplastantemente realista, se perdonan ciertos elementos excesivamente lacrimógenos por otros de extraordinaria sensibilidad, como Peter llevando a Gloria a recitar Romeo y Julieta en Liverpool en uno de los momentos más delicados y puros de su historia.
La distribuidora Vértice Cine trae este estreno a las carteleras españolas el día 18 de mayo.
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