El cineasta francés Christian Cairon ha demostrado con sus cinco películas que es un director ecléctico pero solvente y que, independientemente del tema y la trama, el espectador sabe que verá una buena película. El problema se encentra en si el espectador sabe o recuerda quién es este cineasta autor de Mayo de 1940, El caso Farewell y nominado al Oscar por Feliz Navidad.
Perdido, en el original francés Mon garçon, es la enésima película sobre desapariciones de niños. Ni siquiera es la primera que vemos este año, pues hace unas semanas se estrenó la rusa Sin amor. Pero a todos los que han ido siguiendo películas de este género, Perdido les interesará, porque es una propuesta minimalista. Cuando digo minimalista me refiero a que se aleja de las múltiples subtramas y trampas que acechan este tipo de películas. Va directo al grano, y su argumento es tan tenaz y actúa de manera tan directa como el protagonista. El primer dato que llama la atención es la duración del film, tan solo 84 minutos para explicar como un hombre hace todo lo posible, traspasando la a veces difusa línea entre el bien y el mal, para recuperar a su hijo desaparecido.
Guillaume Canet interpreta aquí a Julien, un hombre que por culpa del trabajo que lo mantiene largas temporadas fuera de Francia, ha perdido a su familia. Su mujer ha rehecho la vida con un hombre que se ha volcado totalmente en ella. Quizás no lo quiere más que a su ex-marido, pero está siempre a su lado, que es lo que cuenta si de lo que se trata es de formar un hogar. Por otro lado, Julien siente un gran amor por su hijo. Un amor que es recíproco, aunque el pequeño parece no haber llevado bien hasta el día de su desaparición la ausencia de su padre, al que, como iremos sabiendo, lleva meses sin ver.
Este tiempo y esta ausencia hacen que el sentimiento de culpa que tiene Julien por la desaparición de su hijo sea mucho mayor que, suponemos, el que tendría si hubiese estado siempre a su lado, cuidándolo a diario. Cuando la culpa es tan grande, no sentirá remordimientos de tomarse la justicia por su mano.
Perdido es un thriller que recopila todo tipo de lugares comunes del cine de secuestros y que, destilados, nos ofrece una sorprendente y punzante bajada a unos infiernos nevados que esconden el cuerpo de un inocente niño. Vivo o muerto, la respuesta la encontrarán en la película que Bteam estrena el próximo 16 de marzo.
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