Esta actriz, ejemplo de la vampiresa en el cine mudo, nacida en 1885 en Cincinnati, en el estado de Ohio, fue la primera estrella fabricada por un estudio de Hollywood: la Fox. Aunque ya había actuado en el cine, la productora la contrató en 1917 para el papel de la reina de Egipto Cleopatra en la película homónima. Cobró el astronómico salario para la época de 4.000 dólares por semana. La película fue un éxito y, convertida en estrella, Bara poco después rodó The Rose of Blood. Después de interpretar siete films en 1919, su contrato con la Fox terminó en ese mismo año con la película The Lure of Ambition.
En 1921 se casó con el director británico Charles Brabin, quien no quería ni oír hablar de que su esposa continuara trabajando en el cine. Por ello, después de esta fecha sólo interpretó un largometraje en 1925 y un corto el año siguiente, aprovechando que su marido se hallaba de viaje, después de lo cual se retiró definitivamente.
En los años cincuenta del siglo XX se planeó rodar una película que tratara sobre su vida, pero el proyecto no llegó a realizarse.
Theodosia Burr Goodman, que era su verdadero nombre, falleció en 1955, a los sesenta y nueve años.
Conversión en una estrella
Dado que reconocer que era hija de un sastre y una ama de casa resultaba demasiado prosaico, para convertirla en una estrella la Fox hizo circular la versión de que la actriz había nacido en el Sahara, hija de un oficial del ejército francés y de una mujer árabe que murió al darla a luz, y que su infancia la había pasado en esa zona africana. Su nombre artístico era un anagrama de las palabras Arab Death (‘muerte árabe’). Esta leyenda maravilló al público de la época y se la creyó. Además, la productora ideó para ella el eslogan “La mujer más perversa del mundo”. Esta publicidad sirvió a Bara para interpretar, entre otros, los papeles de la ya citada Cleopatra, Salomé, Safo, Margarita Gautier, Carmen y Madame du Barry.
La actriz, consciente de la importancia que el aspecto externo tenía para alcanzar y mantenerse en el estrellato, cultivó un maquillaje extremo y un vestuario muy recargado, que en la actualidad sería considerado de mal gusto debido a su exageración.
Su gran éxito, Cleopatra, fue una de las producciones más caras hasta aquel momento: se estima que costó 500.000 dólares y algunas fuentes sostienen que participaron en su rodaje 30.000 personas, entre intérpretes, técnicos y extras.
Las normas excesivamente pacatas de Hollywood consideraron que la película era escandalosa y quizá por eso únicamente se conservaron dos copias, que fueron destruidas en un incendio que afectó a los estudios de la Fox.
Por su parte, las organizaciones puritanas de Estados Unidos atacaron a Theda Bara, a quien acusaron también de practicar el espiritismo y las ciencias ocultas.
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