La pandemia ha afectado sobremanera a la taquilla española pero, aun así, es una buena oportunidad para que destaque el cine español
Los datos de taquilla de cine en España son catastróficos. Desde el comienzo del año apenas se han recaudado 140 millones de euros, un 68% menos que en los primeros 9 meses del año 2019. De esos casi 140 millones, 34 corresponden al cine español. Es muy dato muy pequeño en términos absolutos, pero que tiene su lado positivo.
Este lado positivo es la cuota del cine español. O sea, el tanto por ciento de la taquilla que cae en manos de producciones nacionales. En estos momentos, el cine español representa el 23,8% del total de la taquilla. Lo vemos en la siguiente gráfica:
En dicho gráfico se pueden observar tres gráficas. La línea azul es la cuota del cine español por semana, la roja es la media anual desde principio de año y la verde la media desde el final del confinamiento.
En los tres primeros meses del año se puede observar un comportamiento habitual del cine español, con una media semanal entre el 10 y el 30% dependiendo del éxito de las cintas que se estrenen. Se notan muy claramente los estrenos de Malasaña 32, Adú y Hasta que la boda nos separe.
A partir del confinamiento, todo ha cambiado. La recaudación se ha hecho mucho más pequeña en general y hay una falta clarísima de títulos norteamericanos que son los que copan normalmente la taquilla. En torno al 70 o 75% de la taquilla anual solía ir a películas de Hollywood.
Esta falta de cintas norteamericanas ha dado, sin duda, una oportunidad al cine español para recuperar terreno. Así, se ve claramente el grandísimo comportamiento de Superagente Makey, Padre no hay más que uno 2 e incluso de cintas más pequeñas como La boda de Rosa. Entre todas ellas, la cuota de pantalla ha subido casi hasta el 40% si empezamos a contar desde el desconfinamiento.
Es más, se ha demostrado que hay espacio para películas destinadas a ser grandes taquillazos, como Padre no hay más que uno 2, que lleva más de 12 millones de euros recaudados.
Momento clave
Pero, bien es cierto, que el efecto de Santiago Segura se está diluyendo y en las últimas semanas, esta media se ha situado entre el 20 y el 30% de nuevo. Estamos en un momento clave para que el cine español de un golpe en la mesa, se reivindique ante el público y sirva para salvar a las salas de cine del abismo al que se están asomando.
Aunque el comportamiento de Explota, explota este fin de semana y el hecho de que se hayan pospuesto Operación Camarón o Bajo Cero no es una buena noticia.
La recuperación de la taquilla depende de las producciones locales como estamos viendo en los países asiáticos, como China o Japón, y donde ya han alcanzado valores similares a los del año pasado.
Esto se podría trasladar a España, pero el hecho de que los rebrotes estén descontrolados en Madrid, ha hecho cundir el miedo en el sector. Lo cierto es que se ha hecho un gran esfuerzo para transmitir la idea de que el cine es seguro y parece que ha calado entre el público. Lo único que falta son títulos. Y esos títulos deberían ser españoles.
Se debería dar un paso adelante y transmitir la idea de que el cine español es el que salva a las salas de cine y así mejorar la imagen que se tiene del propio cine español porque esto redundará en mejores datos en los próximos años cuando la recaudación sea mucho mayor. Hay que poner la vista a largo plazo. No perdamos la ocasión, por favor.
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