En 2013, el director francés Xavier Legrand nos ofrecía el cortometraje de ficción nominado al Óscar Antes que perderlo todo (Avant que tout perdre). Tras recolectar gracias a él una buena serie de opiniones positivas por parte de la crítica, Legrand se lanza ahora a la realización de su primer largo, Custodia Compartida (Jusqu’à la garde), apuesta atrevida, ya que retoma la historia de los protagonistas de Antes que perderlo todo: una mujer, Myriam, huye de una relación rota ante los abusos de su violento marido.
Los primeros minutos de Custodia Compartida sirven de introducción y a la vez de resumen de lo que supone esta ópera prima del director, un drama familiar con pinceladas de thriller clásico mezclado con la realidad aplastante que suele ofrecer el cine francés más costumbrista: Myriam (Léa Drucker) y Antoine (Denis Menochet) se han divorciado recientemente y, en un juzgado y en presencia de sus respectivos abogados, les hacen saber que la justicia se ha decantado por otorgarles custodia compartida de su hijo menor, Julien. Myriam acusa a Antoine de malos tratos, y violencia física sobre ella y sobre su hija mayor, Josephine. El pequeño no quiere ver a su padre y parece odiarlo profundamente. Él, por su parte, denuncia la falta de comunicación y comprensión de su ex mujer.
La película, ganadora de numerosos premios como el de Mejor director y Mejor ópera prima en el Festival de Venecia (2017) y el Premio del Público Mejor cine europeo en San Sebastián en el mismo año, brilla por esa capacidad de mostrar la tensión creciente dentro del ámbito familiar hasta que se produce el estallido final, por saber contar con sensibilidad y acierto la agonía de la violencia de género, por esa realidad abrumadora tan bien llevada dentro del ritmo acompasado pero a la vez progresivo de la película. La tragedia que vive el niño durante toda la película, mecido entre los problemas de sus padres, y paralizado ante el terror que le produce su progenitor se combina perfectamente con escenas de fuerte carga dramática, (véase Josephine cantando delante de sus amigos por su cumpleaños aun ante el presagio de la tragedia).
Custodia Compartida tiene la virtud de la (aparente) sencillez y la potencia de esa tensión en crescendo que convierte el drama familiar en verdadero terror, y una capacidad asombrosa de obligar al espectador más escéptico a removerse en su butaca.
Estreno: 20 de abril.
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