El cineasta Ramón Salazar estrena hoy La enfermedad del domingo, después de su paso por la sección Panorama del Festival de Berlín que se celebra estos días en la capital alemana. Allí ha recibido críticas muy positivas, tanto de medios españoles, que siempre ayudan, como internacionales. Por ejemplo, la revista Variety ha dicho de ella que es “un drama perfectamente calibrado que presta una atención exquisita a los detalles y que se despliega con unas imágenes elegantes y unas actuaciones impresionantes”. Con su cuarta película, Salazar se consolida como una de las voces más personales y maduras de nuestro cine.
La película nos narra el reencuentro de una madre con su hija más de treinta años después de abandonarla con tan solo ocho años. Chiara propone a Anabel, su madre, una única cosa: pasar diez días juntas en una casa en la montaña, solas. Accede, pese a las reticencias de su nueva familia, que parece desconocer la existencia de esa primera hija que el tiempo ha sepultado. El tiempo, y los esfuerzos de Anabel por hacerla desaparecer de su memoria, a base de máscaras y de recomponer a su alrededor una nueva vida, ampulosa, exquisita, de papel couché. Anabel parece protagonizar decenas de páginas de sociedad. Chiara, en cambio, representa todo lo que su madre quiso dejar atrás: el campo, la tierra, la verdad.
Salazar despoja del relato todo artificio, tal y como hace Anabel consigo misma, arrancándose capas y capas de maquillaje, elitismo y falsedad. El director limpia de todo ello su película hasta dejar solo la raspa, un esqueleto aparentemente frágil pero con una fortaleza capaz de sustentar la estructura de una película llena de espinas que atragantan e incomodan. Y lo hace, eso sí, con una belleza pictórica y pausada pocas veces vista en nuestro reciente cine, atendiendo a cada plano como si de un cuadro se tratase. La pincelada se hace más evidente en el retrato de sus dos protagonistas, que interpretan de manera excepcional Bárbara Lennie y Susi Sánchez, que ofrece aquí la mejor interpretación de su carrera y la atención que merecía después de muchos años de papeles secundarios. Ambas, sin lugar a dudas, estarán en todas las quinielas de los próximos premios Goya, como así debería estar la película, si el tiempo, como pasa en la película, no permite ni consiente su olvido.
La enfermedad del domingo está producida por Zeta Cinema y On Cinema con la participación de Televisión Española y distribuida por Caramel Films.
2 Trackbacks / Pingbacks