‘Olvídate de Nick’, dos mujeres frente a su espejo

En un ático de Nueva York dos mujeres se ven obligadas a convivir. Dos mujeres, a priori, muy diferentes. Maria es una intelectual, discreta y ya es abuela. Jade es modelo, emprendedora y sufre la crisis de los cuarenta. Lo único que tienen en común es un ex marido, Nick, un maduro millonario que ha dejado a Jade por una modelo aún más joven. Maria y Jade se creen propietarias legítimas del piso, y hasta que el pleito se resuelva, tendrán que compartirlo.

La directora de la película, la alemana Margarethe von Trotta, viene de dirigir Hannah Arendt, aunque entre medio dirigió la discreta Un mundo abandonado. A priori, puede sorprender este cambio, pues Olvídate de Nick responde al género de comedia sofisticada. Se entiende que es una propuesta menos autoral y más dirigida a un abanico más amplio de público, con el interés de agradar. Olvídate de Nick encontrará su audiencia con mucha facilidad. Es ese público maduro, esas señoras de ciudad, por las que no hace mucho discutían Álex de la Iglesia y Elvira Lindo. Esas señoras que mantienen no sólo determinado cine independiente, sino a muchas de las salas que programan este tipo de filmes.

Olvídate de Nick es una película de señoras para señoras, pero no como un adjetivo peyorativo ni despectivo. Todo lo contrario, es un cine que reivindica a la mujer madura como profesional, persona y amante, y pone en valor el tan comentado (y necesario) empoderamiento de la mujer y de su capacidad para labrarse un presente y un futuro sin la necesidad de un hombre, aunque su sombra siga siendo alargada en la vida de sus ex parejas. Por ello, es una pena que el título tenga que hacer referencia a él, aunque sea para olvidarlo, aunque sí permite transmitir muy bien el género del filme: la comedia.

Estas dos mujeres, que pelean y se disputan un mismo territorio, un ático, no parecen darse cuenta, al menos hasta bien adentrada la película, de que es más lo que las une que lo que las separa. La película avanza en esta senda, hasta que aparece Antonia, la hija de Maria y Nick, algo más joven que Jade, que encuentra en ella una amiga y una socia. Pasan a disputarse las dos ex mujeres de Nick el favor, la amistad y el cariño de Antonia. Para Maria es su hija, para Jade, la posibilidad de escalar en el éxito profesional, pues Antonia, química de profesión, ayuda a la modelo en su nuevo perfume.

La vuelta de Antonia a Alemania, donde vive con su hijo, sitúa a las dos mujeres frente al espejo, y ante él, no ven más que su propio reflejo.

Pablo Sancho París
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Licenciado en Historia del Arte y Comunicación Audiovisual por la U.B., Master en Ficción de Cine y Televisión por la U.R.L. y Master en Film Business por ESCAC. He sido presidente de la Federació Catalana de Cineclubs entre 2015 y 2017, siendo actualmente responsable de proyectos de la entidad. Además, soy el programador de Cine Club Vilafranca, que gestiona la Sala Zazie y el Cine Kubrick de Vilafranca del Penedès. Además, he compaginado estas tareas con la de cronista cinematográfico, profesor de cine en talleres para niños y adolescentes, y la realización de audiovisuales y cortometrajes de ficción. Me podéis contactar en pablosanchoparis@industriasdelcine.com.

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