Hoy las redes sociales parecen ser la solución a todos los problemas del mundo audiovisual, el santo grial de la promoción, el elemento clave a la hora de evaluar la calidad de una campaña de lanzamiento… y el hecho es que si se aplica con eficacia todo lo mencionado anteriormente, resulta cierto. Aun así, la buena utilización de las redes sociales en una campaña de marketing no reside en que sean una herramienta más dentro del desarrollo de esa campaña, sino que deben ser el eje principal y bajo el que giren los demás. Sin olvidar, claro está, que cada película tiene su público; si el tuyo consume redes sociales, tu campaña para la película debe centralizar ahí todos sus recursos.
Como decía Emma Grey Ellis en la revista Wired, si la campaña de marketing del lanzamiento de Deadpool en 2016 no traspasó alguna de tus pantallas es que realmente estás muy fuera de onda. Los gurús del marketing destacan aquella campaña como la primera gran campaña basada en redes sociales que se ha hecho para una película; pero, ¿cómo lo hicieron? Simplemente no publicaron el póster en Facebook, Twitter e Instragram siete veces y se quedaron tan anchos, sino que crearon un mundo entero a través de diferentes plataformas. Algunos ejemplos son el perfil del propio personaje creado en Tinder o la incorporación de emojis propios customizados.
El reto de Deadpool era movilizar al público para ir a ver el estreno de un superhéroe nuevo en la gran pantalla y sin precedentes, que finalmente fue superado con creces por 20th Century Fox, alcanzando la cifra de 135 millones de dólares el primer fin de semana en EE UU gracias al fenómeno viral en que se había convertido la película; ComScore destacaba como el 98% positivo de todos los hilos de conversación en las redes acerca del superhéroe en las semanas previas al estreno. BoxOffice.com destacaba que justo dos semanas antes de la fecha de estreno, Deadpool estaba sólo 15.000 tweets por detrás de Star Wars: The Force Awakens, y en cuanto la película ya había visto la luz, llegó a superar en 90.000 tweets a la franquicia de Star Wars.
Está claro que muchos otros factores influyeron en este gran éxito, pero el arduo trabajo que se dedicó a estos métodos y la firme apuesta por poner en el asador todas las herramientas para convertir en viral un héroe apenas conocido por el gran público, fue clave.
Podemos ver aquí algunos ejemplos:
- Campaña de Navidad.
- Fiesta Nacional de Australia.
- Review de la película hecha por Betty White.
- Cartel que se usó en EE.UU. bajo el lema de “size matters” (el tamaño importa) jugando con ambos sentidos; la pantalla de IMAX y las partes sensibles de Deadpool.
- Cartel que se usó en EE UU coincidiendo con la campaña de Navidad y usando un jersey grueso estilo hipster.
- Uno de los pósteres internacionales oficiales con el toque de comedia picante que se refleja en la película.
- Paleta de emojis customizados que se lanzaron en EE UU para promocionar el filme.
- Uno de los paneles promocionales que se usaron fue este con el toque romántico (que desde luego no representa al 100% la película) para aprovechar la fecha de San Valentín (14 de febrero), dos días después del estreno oficial (12 de febrero).
Próximamente podremos disfrutar de la segunda entrega de lo que está siendo una saga que promete y en clave de marketing iremos siguiendo su campaña. El estreno internacional será el 1 de junio de 2018, pero ya en marzo de este año (coincidiendo con otro gran éxito de taquilla del mundo de los superhéroes; Logan) pudimos ver un pequeño tráiler al estilo Deadpool, haciendo alusiones a Logan y otros superhéroes que nos dejaba con ganas de más. De nuevo, con esta acción, se demuestra el afán por estar en primera línea sin dejar escapar ni una oportunidad de interpelar al target primario y captar su público potencial.
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